06 octubre, 2004

Keremoh ke nos heduke, zeñá Menistra

La Ministra de la Cuota Educativa San Segundo visitó anteayer el Instituto de Enseñanza Secundaria Gabriel García Márquez (otro reconocido amante de las libertades, por cierto) de Madrid. Como elemento importante para juzgar el contenido de la visita y la noticia les diremos que los estudiantes de secundaria tienen entre 12 y 16 años, es decir, son más jóvenes y jóvenas que niños y niñas.

Pues allí teníamos a la menistra ejerciendo de tal en la más hermosa tradición del NO-DO, a los chavales que quieren aprovechar la ocasión para hacer transmitirle al poder político, aunque sea de cuota, sus justas reivindicaciones para la escuela pública y a los profesores que, supongo, algo harán por allí, aunque uno tiende a pensar que poco a tenor de los hechos.

Las criaturitas, tan candorosas y candorosos plasman sus ideas en un papel que la ministra recibe alborozada porque, que casualidad, lo que piden los alumnos viene a coincidir con el discurso zapateril para la (des)educación. Pero mira tú por donde que la ministra que ha derogado la Ley Orgánica de Calidad en la Enseñanza se encuentra que los chavales (y sus profesores) saben más de política que de otra cosa, y el papelito de marras tiene varias perlas dignas del mejor show celtibérico de Carandell: los alumnos pasan de la “rebálida” y quieren más “subenciones” para los centros públicos en “deprimento” de los concertados.

Amén de que el término deprimento me parece un hallazgo: que te quiten el dinero es, probablemente, la mejor y más rápida vía para que te deprimas, lo que no logro entender es donde estaban los profesores. Que yo recuerde, y les aseguro que para estas cosas tengo buena memoria, en toda la carrera como maestra de mi madre no ha visto a una ministra por su colegio ni en foto, es decir, que no es algo que pase todos los días. Sin embargo, ante el que seguro que fue el acontecimiento del año en el instituto los profesores no se preocupan de supervisar la ortografía del papelito como sí que resulta evidente que han supervisado la ideología… ¿o es que ellos también escriben rebálida, subención y deprimento? A ver si la reválida no la van a necesitar sólo los alumnos…

Una anécdota sí, pero un ejemplo más de como la educación pública está despeñándose por el barranco del esperpento. Y la LOGSE que sigue en vigor.

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