¿Salir a la calle?

Empiezan a oírse voces que demandan una movilización del electorado del PP como parte de la confrontación al Plan Ibarretxe o, mejor dicho, de la defensa de nuestra Constitución, que es la del 78, y nuestro país, que hasta que se demuestre lo contrario se llama España.

Tradicionalmente, la derecha y cercanías tienen tan difícil plantearse salir a la calle a defender pacífica y democráticamente sus ideas como la izquierda ha tenido fácil parapetarse tras las pancartas de una forma algo menos legítima, pacífica y democrática (y a las más de 300 sedes atacadas me remito).

Asimismo, está claro que el PP debe moverse cautelosamente en esta cuestión, pues buena parte del tinglado nacionalista y de la estrategia del gobierno están destinados a destrozarles y a eliminar las posibilidades reales de alternancia, un peligroso juego en el que la que puede salir quemada es España y que espero que con el tiempo (y a ser posible no demasiado) el electorado haga pagar muy caro a Zetapé y sus secuaces.

Pero aun así me parece que está llegando el momento de que mostremos en las plazas y las calles que no será fácil romper este proyecto común con más de 500 años que es España y estas reglas del juego con más de 25 que son nuestra Constitución, la Ley que nos ha permitido alcanzar el mayor grado de libertad, prosperidad y progreso que nunca se hayan visto por estos pagos.

Yo creo que muchos miles de personas estaríamos dispuestos a recorrer Madrid, pacíficos y demócratas pero firmes, en defensa de todo aquello que garantiza nuestra libertad y que, aunque Zapatero no quiera darse cuenta, ahora están dispuestos a arrebatarnos los de las pistolas, los de las tortas y los del Perpiñán.

Sólo falta que alguien nos cite y ese alguien es usted, señor Rajoy.