27 septiembre, 2005

Así fue la liga: la cucaracha

Entre Alonso que se ha llevado todas las portadas, que la mitad de los partidos se jugaba en sábado y que el Madrid sigue sin funcionar pero gana con lo que no tenemos el morbo de la derrota blanca, la jornada de fútbol ha pasado más bien desapercibida y con lo único que nos quedamos a los dos días es con “la cucaracha”, una curiosa celebración que sólo podría anidar en el cerebro de un futbolista, una especie que cada día encuentro más alejada del común de los homo sapiens, y con el cabreo que tal muestra de ingenio, agudeza y buen gusto le provocó al dueño del Alavés, personaje que responde por Dimitri Piterman y que tampoco es que me despierte especial cariño y confianza.

Pueden ver en la foto que les adjunto y que le agradecemos a El Mundo un momento del insólito espectáculo cucarachil. El tema consiste en que tras la consecución de un tanto el jugador, en lugar de saltar, brincar y unirse a sus compañeros en fraternal y viril abrazo como suele ser habitual se tira en el suelo boca arriba y empieza a moverse de forma espasmódica como si le hubieran dado un repasito los amigos de la matanza de Texas.


Uno no puede estar sino de acuerdo con el presidente del Alavés en que el espectáculo es patético y en que algunas estrellas madridistas parecen empeñados en demostrar que su nivel intelectual es parejo a su moderación y saber estar, pero eso no quita para que el señor Piterman se haya excedido un poco al asegurar que si la mamarrachada la hacen los suyos “a alguno le reventaría la cabeza”, así como al hacer poco sutiles comparaciones entre los jugadores del Madrid y determinados habitantes de la jungla o los zoológicos con los que, hay que reconocerlo, ayer parecieron demostrar que comparten algo más de ADN del habitual. No hombre, señor Piterman, se ha pasado usted de la raya: habría bastado con salir al campo y darles unos cacahuetes…

Por lo demás el Celta sigue de líder y Madrid, Valencia y Barcelona van asomándose poco a poco a la cabeza. Bastante meritorio me parece lo del Valencia que, además de ser mi equipo, se ha enfrentado a rivales de envergadura como Betis, Depor o el propio Barça sin haber perdido todavía ningún partido. Felicitaciones aparte me merecen los aficionados del Atlético de Madrid que están teniendo la suerte de pegársela ahora en lugar de en enero o marzo que duele mucho más.

Y esto es todo, si les gusta el próximo martes comentaremos de nuevo la jornada.

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