03 octubre, 2005

¿A que esto no lo sacan en el Telediario de Milá?

No sólo es que no haya calentamiento global, es que según algunos estamos en el inicio de una era glaciar. Al menos eso opina Luis Carlos Campos, periodista y experto en medioambiente (ya sé que las palabras periodista y experto forman prácticamente un oxímoron, me disculpen) que está a punto de lanzar un libro en el que al parecer desmonta de forma inmisericorde algunas de las “verdades innegables” que nos venden desde el ecologismo buenista trasnochado que nos invade y que tiene copados los medios de comunicación.

Un colega me ha pasado por correo esta entrevista que le hacen en Periodista Digital (gracias hombre) y que es, cuanto menos, bastante jugosa. Véase, si no, lo que dice sobre las hermanitas de la caridad de algunas organizaciones ecologistas y de algunos satélites y similares:

"Greenpeace se esta forrando desde que en 1988 estalló la fiebre del calentamiento; tiene más beneficios que el Real Madrid, pero con exenciones por ser una presunta ONG. Incluso se dice que Kioto nació en un despacho de Enron para favorecer sus intereses de gas y energía solar y eólica (de Amoco y GE Wind). Quizá se eliminaron los sprays CFS, para potenciar las ventas de los HCFC´s. Esto es un gigantesco negocio. Ganas pasta con proyectos, contratas, becas, subvenciones, multas (por contaminar) o conferencias, encima te entrevistan por la tele y te puedes ganar hasta un premio Nobel gratis, como Crutzen (el tercer Nobel por el ozono) que tenía un amiguete en el jurado, Henning Rhode y que se dio de baja de Greenpeace por la manipulación que hacían de sus estudios."
Todo el contenido de la entrevista es realmente interesante y les recomiendo vivamente su lectura. Ojo, no quiero decir con ello que las ideas que defiende este hombre (o mejor dicho, los científicos en los que él se apoya) vayan a misa sin mayor discusión, lo que me parece interesante es comprobar una vez más como el famoso calentamiento global no sólo no es una verdad científicamente comprobada sino que, además de ser tan sólo una teoría más entre otras muchas, tiene algunos argumentos extremadamente débiles.

En resumen: que estamos hipotecando nuestro futuro sin ninguna base científica. De locos, ¿no?

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