24 diciembre, 2005

No es un problema de cuatro fascistas

Aunque alguno de los últimos comentarios en este mismo blog quieran hacernos pensar lo contrario, el problema de la censura sobre los medios que el gobierno pretende instaurar no es el de cuatro fachas trasnochados sino el de todos nosotros, y si ésta fuese una sociedad sana, extremo sobre el que tengo mis dudas, debería levantarse en bloque en contra de una cacicada como ésta.

Creo que esa es la conclusión que podemos sacar de dos noticias diferentes aparecidas en dos medios distintos. Por un lado en Periodista Digital hacen una pequeña encuesta a cinco profesionales destacados del periodismo cuyas respuestas son igualmente contundentes, desde la de Luis María Anson, “Una atrocidad, absolutamente negativo”; hasta la de Félix Madero, “Es una aberración. Son los oyentes y los telespectadores los que tienen que elegir, no hay más”; pasando por la Fernando Jáuregui: “No estoy de acuerdo con que exista un Consejo Audiovisual, ni códigos de autorregulación ni nada de eso, ya tenemos un Código Penal y un Código Civil”. Como se puede ver, personas de distintos medios y distintas tendencias pero que coinciden en lo más importante: esto no es un ataque contra un medio determinado (y eso ya sería intolerable) sino contra la libertad de todos.

Por si esto no es suficiente en las páginas de El Mundo encontramos otra noticia: el Comité Mundial de la Libertad de Prensa, un organismo que engloba a 45 organizaciones de todo el mundo que trabajan por la libertad de prensa (pueden ver su página web aquí), ha mandado una carta a Pascual Maragall y Ernest Benach en la que exige el desmantelamiento inmediato del CAC por vulnerar la libertad de expresión, y lo equiparan con “los órganos censores del franquismo”.

Pues eso, el que no quiera verlo que no lo vea, pero al menos que asuma lo que es: un despreciable liberticida.

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