Por si la partitocracia en la que la sociedad española está inmersa actualmente no fuera suficiente castigo, por si las inmensas estructuras de poder y mangoneo que se generan alrededor de las siglas no agotasen lo bastante el bolsillo (y la cartera y la cuenta corriente y el plan de pensiones y la cuenta de valores y la hucha – cerdito…) de los sufridos contribuyentes, los próceres patrios han tenido a bien inventar un concepto maravilloso que, amén de para la mamandurria, no sabemos muy bien para qué sirve: las juventudes.
A mí siempre me ha parecido algo curioso lo de las juventudes, porque qué quieren que les diga, o uno es lo suficientemente mayor para hacer política o no lo es, pero eso de montar una especie de partiditos para jugar a la política como jugaban las niñas a maquilladoras con la Señorita Pepis no lo acabo de ver claro.
Además, los propios miembros de estos partiditos de pin y pon se empeñan en demostrarnos lo innecesario de su propia existencia y, las más de las ocasiones, lo dañino de su influencia política, por fortuna escasa porque nadie, empezando por su mayores, les hace el más mínimo caso.
Las Nuevas Generaciones populares, por ejemplo, suelen ser muy mejorables en lo programático (y qué bueno me he levantado hoy), bastante lamentables en el plano de la comunicación y horrorosos en el de la imagen pública; además, como políticos están más verdes que el trigo verde y como jóvenes están tan politizados, “partidizados” cabría decir, que generan un repelús como cuando tratamos de arañar el fondo del plato con un tenedor.
Y en otros partidos, igual o peor, cada uno en lo suyo.
Viene todo esto a cuento de que las Juventudes Socialistas de España, "brazo acnetoso” del Partido Socialista Obrero Español, nos amenazan con celebrar su 23º Congreso Ordinario durante el próximo fin de semana y como forma de promoción han pergeñado un vídeo la mar de llamativo y que muestra bien a las claras la profundidad de su apuesta ideológica:
Yo, si les soy sincero, no acabo de entender muy bien de qué va la parida, quizá estén hablando de su concepción de la democracia como un partido de rugby (hermoso deporte, por cierto) o puede que sea una sutil referencia a la capacidad oratoria de sus mayores, Demóstenes de la izquierda patria como Pepiño o la “difunta” Trujillo. También puede ser que les de un poquito de vergüenza leer las chorradas que consideran su ideario o sus documentos políticos, por ejemplo, en su página encuentro las conclusiones de su anterior congreso (pdf).
Todo el farragoso documento (53 páginas nada más y nada menos) es un canto a la ñoñería bienpensante e ideológicamente fofa, sin dejarse fuera ningún tópico por más manido que éste sea: la paaaaz, la derechona... Para muestra les dejo un párrafo prácticamente escogido al azar:
Ser joven es algo positivo, es más. Debemos inculcar entre los y las jóvenes el hecho de que no sólo somos el futuro, sino también el presente. Que nosotros, como colectivo o de forma individual tenemos un potencial impresionante, capaces de desarrollar el presente e idear el futuro. Somos un potencial de pensamiento crítico, de agentes transformadores de la sociedad, de agentes del cambio y la mejora del Estado de Bienestar.
Bonito, ¿verdad? Pues recuerden que todo esto lo están pagando ustedes de sus impuestos…
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