12 septiembre, 2007

Yad Vashem gana el Príncipe de Asturias de la Concordia

Y es, sin duda alguna, un premio muy merecido. Con motivo de esta buena noticia reproduzco el artículo sobre el museo que escribí hace unos meses tras visitarlo en Jerusalén:

Marceline Kogan, cuatro años, Francia; Belia Altman, dos años, Polonia; Lyova Reznik, cinco años, Ucrania; Shulem Berger, siete años, Eslovaquia… Así hasta un millón y medio de nombres, edades y lugares de procedencia. Mientras los vamos oyendo nos movemos en la oscuridad de una sala en la que muchas velas se mantienen encendidas y, gracias a un tan inteligente como hermoso juego de espejos, se reflejan y multiplican hasta simbolizar ese millón y medio de niños que fueron asesinados durante el Holocausto. Estamos en el Memorial por los Niños del Museo Yad Vashem del Holocausto.

A esta sala oscura se accede simplemente tras ver un mural con unas pocas fotos de niños y, si estuviésemos en ella ocho horas al día durante ocho meses, oiríamos los nombres de todos los que fueron asesinados en el Holocausto, millón y medio, como ya he dicho. Es, sin duda, lo más estremecedor del más estremecedor museo que puedan imaginarse. Y eso aún a pesar de que no está construido alrededor de las peores imágenes que se podrían haber encontrado, no está lleno de fotografías escabrosas si me permiten la expresión, pero la exposición pausada, calmada, sistemática y documentada del proceso que llevó desde la ascensión de Hitler al poder hasta el asesinato de seis millones de judíos supone, ha supuesto para mí al menos, una de esas impresiones que será difícil olvidar.



El Yad Vashem está localizado en un hermoso emplazamiento junto al Monte Herzl, en Jerusalén, y lo componen una serie de edificios y memoriales entre los que está el propio museo y otros espacios como el destinado a los niños que he mencionado antes. Todo aquí es simbólico y tiene un significado, los numerosos árboles que pueblan todo el complejo están dedicados uno a uno a las familias y personas que salvaron a algún judío durante aquellos años, en determinados casos a cientos o a miles, en otros a un pequeño niño cuyos padres les habían entregando para evitar que emprendiese el tenebroso viaje a los campos de la muerte… Todos y cada uno de aquellos que fueron “justos” tienen su recuerdo en estos árboles.

Nuestra visita ha pasado antes por todos estos espacios para luego entrar al moderno y hermoso edificio del museo, obra de Moshe Safdie, un arquitecto israelí-canadiense. Visitarlo no es una tarea sencilla y agradable, no obstante debería ser una “obligación” en la educación de nuestros hijos. Personalmente, tras haber pasado por el Memorial de los Niños y supongo que por mi estado de ánimo como padre novato lo peor no han sido las estremedecedoras imágenes que ya conocía de los supervivientes de los campos, sino las de los pequeños en los guetos, o las de las familias con sus criaturas que sabemos que acabaron sus días en Auschwitz, Treblinka o cualquier otro de aquellos terribles lugares.

En todas y cada una de esas imágenes he sentido que me miraban y me preguntaban cómo algo así ha podido ocurrir. Por supuesto, no he sabido qué responderles.

2 comentarios:

Eugenio Criado dijo...

Debe ser un sitio sobrecogedor y que oblige a reflexionar,
pero por lo visto muy poco visitado por los propios judios, porque lo que estan haciendo en Palestina.... esta siendo lo mismo que Hitler intento hacer con ellos.
No se, pero haber padecido lo que padecieron en la segunda guerra mundial con Hitler, tendrian que haberlos hecho mas humildes, honestos, pero no esta siendo asi...O no hay suficientes para parar la actuaccion de su gobierno, que esta echando por los suelos su reputacion y volviendo a convertir al pueblo judio en una poblacion odiada.

En definitiva,una iniciativa estupenda la del museo, pero parece solo un decorado que tapa demasiada mugre.

johanna thau dijo...

Que tan difícil puede resultarme escribirte éste comentario.

Soy judía y visité Yad Vashem.

Quisiera saber con qué fundamentos podés decir que Israel se maneja de la misma manera que Hitler.Cómo podés hacer una mínima relación?
Aclaro primeramente que no estoy de acuerdo totalmente con la política implementada actualmente por Israel. Pero ...
...acaso Israel creo ghetos? campos de concentración? campos de exterminio?
...acaso los judíos alguna vez realizaron atentados y de ahí el accionar nazi?, etc

Padecer una persecución, una matanza indiscriminada debe hacer a uno humilde y honesto?, no se por qué y menos ante quién. Pero para vos somos arrogantes, para vos somos deshonestos? Y a qué viene la generalización?

En conclusión:
Sería bueno que te informes de la cuestión con Palestina, y quizas así podamos entablar una discusión. Mientras no lo hagas, tus comentarios lo único que pueden llegar a generar es el borboteo pegajoso de más de una persona como vos, que lejos de ser lectos en el asunto, canalizan su frustración o incapacidad en ciertas materias, transformándolas en invenciones de la culpabilidad o dolosidad de los judíos en todos los problemas mundiales, tapando la "verdadera mugre" y en un odio indiscriminado sin causas... dicho sea de paso que la generalización, ignorancia y racismo de tus palabras, no hacen más que recordarme a cada uno de los discursos nazis a los que tuve acceso.
Atte Ma. Johanna Thau
johanna_thau@hotmail.com