¡Serán cerdas las vacas!

Pues aunque parezca cosa de chiste, resulta que los pedos de las vacas van a arruinar el planeta, cambio climático mediante. Y es que cada una de ellas expele a la atmósfera en forma de ventosidades entre 800 y 1000 litros de metano al día, que ya son litros, y este simpático gas genera 23 veces más efecto invernadero que el maldito CO2, pese a que el segundo pasa por ser el malo maloso del cuento climático.

La cifra de las ventosidades vacunas ha salido de un estudio realizado en Argentina consistente en ponerles a las pobres vacas un depósito en la chepa que fuese recogiendo los dañinos aires sobrantes de los pobre animalitos. La cosa suena chusca pero es muy seria y se ha hecho eco de ello el Daily Telegraph, que lo publica con una fotografía que parece talmente algún invento de la dictadura castrista en sus mejores tiempos (la vaca gasera te da leche y gas para la estufffa, mi amol, por ejemplo):


Pero no se rían no, en Argentina estos mataplanetas con cuernos emiten el 30 % de los gases de efecto invernadero y si multiplican ustedes 900 litros de metano al día por la ingente cabaña vacuna que puebla el orbe (veo datos por la red que la cifran en más de billón y medio de ejemplares) les saldrán una burrada de gases, tonelada arriba tonelada abajo, y una burrada de efecto invernadero, deshielo arriba deshielo abajo.

Por supuesto, la culpa no es de las vacas sino de ustedes, mis carnívoros lectores (los vegetarianos que no se den por aludidos), a los que no les importa que el planeta se vaya al garete con tal de meterse entre pecho y espalda un buen chuletón de novillo argentino o un triple güoper, una actitud de lo más vacófaga y fascista y neoliberal que desde aquí condeno con la severidad que el caso merece.

Ya saben, a partir de ahora nada de vacas... y nada de fabada, que a ustedes también les tenemos vigilados.

Vía ALT1040.