01 septiembre, 2008

Ibarretxe, Estrasburgo y el derecho a expresarse

Se nos pone melodramático el lehendakari de (la mitad, tirando por lo largo) los vascos y las vascas y nos dice que va a recurrir al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo porque, si se prohibe la famosa "consulta", se estarán conculcando sus derechos. No sólo eso, sino que insta a todos los vascos a que hagan lo propio "si sienten que sus derechos están siendo pisoteados".

Se supone que Ibarretxe se refiere al derecho de los vascos y las vascas a expresarse "y dar su opinión".

Sin entrar a valorar en profundidad el tema de la consulta y lo basuriento de las preguntas planteadas por el lehendakari (ejemplo absolutamente perfecto de la doblez y la amoralidad en la política), me llama poderosamente la atención que Ibarretxe se sienta ahora tan preocupado por el derecho de los vascos y las vascas a expresarse y haya mostrado tan escasa inquietud por los centenares, incluso miles, de ocasiones en las que muchos ciudadanos de Euskadi han visto restringida de una forma mucho más severa su libertad de expresión; por ejemplo siempre que el PSOE o el PP han intentado dar un mitin en algunas, no pocas, localidades.

O cuando gente como María San Gil, Regina Otaola o Marisa Arrúe han sido amenazadas en diversas circunstancias o se ha intentado (y en cierto sentido logrado) que no pudiesen votar tranquilas y en libertad. Ni siquiera la sensibilidad del lehendakari se ha exacerbado de ese modo cuando a gente como José Luis López de Lacalle le han pegado unos cuantos tiros precisamente para que no ejerciese su libertad como la ejercía.

Se ve que responder a dos preguntas purulentas es expresarse más o mejor que escribir artículos, ir a mítines o votar.

Para colmo de surrealismo, Ibarretxe va a demandar al Estado Español, como si él mismo en lugar de ser el presidente de una de las Comunidades Autónomas que forman parte de ese estado fuese un preso de Guantánamo o un padre separado al que no dejan ver a sus hijos.

Yo, lo que no me explico, es como el tío tiene cara para decir esas cosas y no partirse de la risa, aunque a mí, la verdad, más que de reír me entran ganas de llorar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El presidente vasco Ibarretxe nos enseña la oculta pero imprescindible habilidad que todo ejercitador político ha de tener como base de su actividad pública: ilusionismo.
Será que resulta más fácil elegir esa vía 'mágica' para alcanzar sus más o menos honrados objetivos, arrollando (faltaría más) todo aquello que entorpezca dicha consecución.
Pero que un mentecato como el mencionado practique el ilusionismo no es malo; lo malo es que hay tantos que se lo creen...
Saludos.

PRIMEROABRIL dijo...

Vicente A.C.M.,

Coincidimos en el planteamiento totalmente.

Ante todo quiero darte mi enhorabuena por tu nuevo trabajo en Libertad Digital. Espero que este nuevo destino y cargo sea fructífero para tu desarrollo profesional y personal.

Recuerdo con afecto tu etapa en Periodista Digital y las veces en las que me invitaste como tertuliano a aquellas sesiones de debate político en el estudio.

Lamentablemente aunque mantengo mi blog abierto en LD para contactar con los amigos, mi decisión de no volver a escribir allí es definitiva. Mi conversación con F. C.Barrio fue lo suficientemente esclarecedora en aquél desagradable incidente que tuve con dos usuarios y que te comenté en las oficinas de PD.

te dejo mi email por si quieres contactar conmigo para cualquier asunto: vcarrionm1@gmail.com

un abrazo