Se ha producido recientemente un duelo de intelectos que ríanse ustedes de aquellas míticas partidas entre Karpov y Kasparov, de la batallas entre Sastre y Camus o de las polémicas entre Hayek y Keynes. No, no me refiero al pugilato entre M.A.R. y Maríantonia, sino a la discusión parlamentaria entre la popular María Jesús Sáinz García y mi muy querida Bibiana, que dedicaron ayer su quehacer en el Congreso a protestar por un anuncio, tan memo como inofensivo, en el que se cometía la osadía de afirmar que una mujer hacía croquetas.
Ojo, no se decía que las croquetas eran lo único que hiciese la tal Puri cuyo marido protagonizaba el spot, sino que estas llegaban a un punto tal de excelencia que por sí mismas suponían motivo suficiente para no abandonarla. Pero decir o incluso sugerir que una mujer cocina bien es un acto de machismo intolerable, al menos a juicio de estas dos lumbreras, así que finalmente el susodicho anuncio, que para más inri era del Ministerio de Hacienda así tenemos otro ministerio implicado en este despliegue de tontería, será retirado.
Lo que más me duele de esto es que la iniciativa haya partido de María Jesús Sáinz García, no por ella a la que no tengo el gusto de conocer (dicho sea lo de gusto con ánimo retórico), sino porque uno se resiste todavía a pensar que el PP es un partido tan tontuno como el PSOE (sí, ya sé que soy un romántico incorregible) y que los legisladores a los que pagamos el sueldo se preocupan de asuntos importantes de verdad.
Pero no, el nuevo PP entiende la política como una carrera por ser más progre, más políticamente correcto y, en suma, más tonto. Lo malo es que en esa competición se enfrenta a un rival temible que, con Bibi, Chacón y Maleni (perdón, doña Magdalena) a la cabeza hay terrenos en los que es imbatible, por ejemplo, el yermo intelectual a través.
La señora Sáinz García se debió ir ayer a la cama muy satisfecha de haberle ganado la mano a la mismísima "menistra de igual da", pero ganar la carrera de los tontos sólo es, vaya por Dios, ser el más tonto.
PD.1: Importante descubrir, por fin, para que sirve mi Bibiana además de lucir su espléndido palmito por el Congreso y las televisiones: es la nueva "madame", que no es la regente de un club de alterne sino el sobrenombre que se daba a la censura en tiempos de Franco. Entonces era en nombre de Dios y de España, ahora del feminismo y lo políticamente correcto pero no se crean, tampoco hay tanta diferencia.
PD.2: No dejen de leer el artículo que Luis I. Gómez dedicó ayer a este asunto, mucho más rápido que yo.
30 septiembre, 2008
Las croquetas de mi Bibi
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7 comentarios:
Pero mucho menos certero que tú.
Que va hombre! Pero muchas gracias por el comentario, hace usted que sonroje :-D
Carmelo, Luis, ¿hay video del anuncio en youtube o algún sitio? Gracias
Ni la más mínima idea, Libertariano; sorry.
Pero seguro que no tardando mucho podremos disfrutar de la joya.
Hola,
Creo que el anuncio era sólo para radio, podéis escuchar la cuña en la noticia de LD que enlazado en el texto (y que no voy a volver a enlazar aquí por motivos de vagancia).
Saludos,
Carmelo
Perfecto tu artículo, y certero tu PD.1 sobre la censura. Qué razón tienes. Ya ni entre "amigos" a veces puedes llamar a las cosas por su nombre. Da igual la justicia, sólo importa la correción política en todo lo que se hable. Me declaro formalmente harta y axfisiada. ¡Vivan las croquetas, digo las cokretas! Y enhorabuena por este artículo. Un saludo de Nora.
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