10 octubre, 2008

Una de dos: o Guatemala o Guatepeor

Aunque no puedo decir que no estaba sobre aviso, la profundidad y magnitud de la crisis me sorprenden día a día. Algo que, por otra parte, imagino que les ocurrirá a muchos. Además, acostumbrado por mi profesión a intentar buscar más allá de la superficie de los acontecimientos, prácticamente cada día veo nuevos signos que no son sino motivos para la inquietud.

Y, por supuesto, lo más inquietante es la forma en la que el Gobierno intenta tranquilizarme: ya hablábamos por aquí de lo peculiar que nos parecía la forma en que Solbes y ZP se han puesto a curar al enfermo que, según ellos mismos, es el más sano del mundo. Hoy se han sabido algunos detalles del tratamiento y, sinceramente, los escalofríos recorren mi espina dorsal que ríanse ustedes del sentido arácnido del peligro de Spiderman.

En primer lugar porque, como bien señala el Juan de Mariana en su última nota de prensa, el plan tiene no pocas papeletas para convertirse en un puerta abierta de par en par para el amiguismo, el partidismo y la corrupción: arbitrariedad, fondos públicos, poder en las manos de unos pocos... Un cóctel de primera para que unos cuantos acaben forrándose a costa de todos.

Otra cosa que me preocupa es la rapidez que se han dado para aprobar un plan que no se ha consensuado con el principal partido de la oposición. Esto puede deberse a dos razones diferentes (o a una combinación de ambas): por un lado que la situación sea verdaderamente crítica y no haya plazo material para esperar, esto es, que varios bancos y cajas necesiten que se les ayude en unos pocos días so pena de que se vayan al carajo y empiecen el pánico y el efecto dominó.

La segunda razón para tanta urgencia es que el gobierno esté decidido a usar la crisis para intentar obtener cierto rédito político o que esté dispuesto a lo que sea para, al menos, tratar de amortiguar el golpe y no ceder la iniciativa a la oposición, lo que explicaría la prisa por aprobar un plan que es (o debería ser) inasumible para el PP y permitiría seguir explotando la estrategia de la oposición - irresponsable - que - no - arrima - el - hombro - y - encima - son - amigos - de - Bush que ya se está esgrimiendo con su sibilina habilidad desde las covachuelas de Ferraz.

Por que, seamos serios, con el grado de "bizcochabilidad" que tiene el actual PP resulta poco menos que imposible pensar que en una semana de reuniones más o menos intensas no era posible alcanzar un acuerdo que permitiese a los populares salvar la cara o, al menos, decir que había salvado la cara.

¿Partidismo o situación límite? Sinceramente, no sé cual de las dos opciones me pone los pelos más de punta, es como aquello de Guatemala o Guatepeor (y porque no hay Guatetodavíapeor).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo no apostaría a que no lo "haiga", Don Ustéd.

Que nuestro conocimiento es limitado y la capacidad para el mal no conoce límites.