De imprescindible lectura, no hay otra forma de calificar el artículo que ayer sábado publicó Arcadi Espada en su Correo Catalán de El Mundo.
Se trata de una acertada y profunda reflexión sobre el "conflicto racial", una expresión que solemos utilizar hablando de Estados Unidos pero nunca de Europa, y que ahora se ha puesto más de moda, si cabe, al llegar a la Casa Blanca el primer presidente afroamericano (que no negro) de la historia.
De una forma algo tangencial respecto al tema central del artículo, Arcadi también hace un breve análisis sobre algo que yo no había encontrado la forma de explicar: lo bien que le ha venido a Obama en esta campaña ser (un poco) negro. Así:
(Obama) ha basado su campaña en el apotegma de que el sueño americano pasa, ahora, por tener un presidente negro. Lo confirman mejor que nada sus primeras palabras en el mitin de Chicago: «Si aún queda alguien que dude que Estados Unidos es un lugar donde todo es posible (…), esta noche es su respuesta.» Obama ha manejado de modo admirable el nacionalismo americano, la mala conciencia blanca y la herida negra, y por eso es presidente.
Yo añadiría que, además, ha logrado transmitir el mensaje de que con eso, con que un afroamericano ocupe la Casa Blanca, bastará para que todo cambie, lo que personalmente me parece distar bastante de la realidad.
Pero lo más interesante del artículo es lo que nos descubre/recuerda sobre nuestro propio "conflicto racial". Sí, sí, el mayor conflicto racial de la historia no es la dramática historia de los negros en EEUU, sino la de los judíos en Europa:
Hace menos de setenta años Europa empezó a practicar el acto de racismo más abominable de que da cuenta la historia. En ese acto fueron asesinados más de seis millones de europeos. Europeos, aunque murieran por judíos. Ningún judío se ha levantado jamás en Europa para decir: «Si aún queda alguien que dude que Europa es un lugar donde todo es posible.» ¡Quiá! Los judíos siguen siendo gentes profundamente desagradables a ojos de los europeos. El paradigma del avaro judío de ayer es hoy un tipo armado hasta los dientes que dispara sobre niños palestinos. Ninguna simpatía. Sólo ceremonias macilentas de respeto a las víctimas. Europa y sus europeos judíos. ¿Qué ha hecho realmente por ellos?
Y, no, no es un problema de Alemania. Como demuestran casos como los de Dinamarca, Bulgaria o incluso Italia:
Fue posible decir no. Pero la mayoría de europeos asintió ante los planes criminales de un escogido grupo de europeos.
Lo que ya sospechábamos: la "América profunda" está kilómetros por encima de la "Europa profunda", otra cosa es que sea menos chic.
09 noviembre, 2008
La Europa Profunda (o un artículo que no pueden dejar de leer)
Posted by Unknown at 7:38 p. m. Menéame
Labels: antisemitismo, EE.UU., Obama, periodismo
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4 comentarios:
"Lo que ya sospechábamos: la "América profunda" está kilómetros por encima de la "Europa profunda", otra cosa es que sea menos chic."
De acuerdo en la totalidad de su artículo y en especial, sobre esto.
La UE, en realidad, está compuesta de una mayoría ciudadana que detesta a los EEUU y muchos, en España incluida, celebraron el 11 de septiembre junto con los palestinos que bailaron de euforia ese día.
Es un continente donde hay dos "clases" de personas:
los locos del "no a la guerra", por otra parte, inofensivos (aunque sí un poco guarretes...no se han enterado que hay que ducharse a diario) y, lo demás, fanáticos musulmanes.
Lo malo de todo es que los que no somos ni uno ni el otro estamos en el medio de todo: y están a punto de atropellarnos.
El caso equivalente en Europa al de los negros en EEUU no es el de los judíos, es el de los gitanos.
Un saludo.
Los europeos a lo nuestro, a criticar a los americanos por problemas que nosotros también tenemos. Obama usó el asunto racial más durante las primarias que después. El discurso al que haces referencia se produjo después de las elecciones, no antes.
A mi Isabel Coixet me la pone morcillona pero la que está verdaderamente buena es Esperanza Aguirre.
Saludos liberales
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