19 febrero, 2004

Una apuesta complicada pero no imposible

Nos vamos dando cuenta de que el “Sr.” Carod-Rovira está en mitad de una apuesta complicada, pero que por ahora no le está saliendo mal del todo.

Cualquiera podría pensar que tras protagonizar negativamente el gobierno que está batiendo todos los récords de inestabilidad de nuestra ya no tan joven democracia, el líder de ERC tendría un ataque de humildad, reconocería sus errores y horrores, pediría perdón y se retiraría a meditar a L’Ampudà, lejos como ahora sabemos de las pistolas de ETA.

Sin embargo tras cada nuevo episodio de ésta sórdida historia el iluminado de los Països Catalans se pone más chulo, y en lugar de pedir perdón acusa, insulta y demuestra quien manda en el tripartidísimo...

Cada día está más clara apuesta de Carod: para conseguir sus propósitos independentistas y totalitarios necesita que el PP sea el único partido nacional en el Congreso de los Diputados, y eso pasa por romper el PSOE o arrastrarlo a su posición.

Ahora ha visto su oportunidad, y esa oportunidad pasa por dos personajes de opereta: el inmoral Maragall, que está demostrando que es capaz de vender a su madre por un trozo de poltrona; y el patético Zetapé, que a estas horas todavía no se ha dado cuenta de por donde le llueven las tortas.

La situación es grave y con esta dirección en el PSOE no tiene visos de mejorar. La única solución pasa, en mi modesta opinión, por que la bofetada del 14 M sea tan grande que los Zapatero, Blanco, Caldera y demás morralla política tengan que hacer las maletas y llegue a la dirección del partido un equipo nuevo, con un poco más de cabeza y con un poco más de estima por ese patrimonio común que es la idea de España.

Pero ojo, la derrota tiene que ser de órdago, un resultado simplemente malo sólo serviría para perpetuar, la mediocridad intelectual y moral en la que se ha convertido el PSOE. Y eso sería el triunfo de los Carods que tanto abundan por la periferia... y por el centro.

No hay comentarios: