19 marzo, 2004

El Banco de los Pobres

Se encuentra en España un personaje bastante peculiar y cuya magnífica obra creo que no es lo suficientemente conocida: Muhammad Yunus, fundado del Grameen Bank, el Banco de los Pobres.

Esta peculiar entidad financiera concede pequeños créditos bancarios a personas de las capas sociales más desfavorecidas en los países más pobres del mundo. Los préstamos suelen ser por cantidades muy pequeñas, pero se otorgan sin aval ni garantía. Habitualmente, se dan a personas (en su mayor parte mujeres) para que inicien o desarrollen pequeños negocios que les permitan salir de la más absoluta pobreza. La cantidad media prestada es de unos 200 €.

Dos datos resultan particularmente sorprendentes: la tasa de morosidad es, al parecer, ridícula; y el banco, aunque no es una entidad financiera al uso, obtuvo en el año 2003 unos beneficios de trece millones de Euros.

Tal y como yo lo veo, la acción del Banco consiste en “empujar” a sus clientes para que puedan entrar en el sistema económico capitalista, favoreciendo que los más desfavorecidos tengan la oportunidad de crear riqueza. Nos encontramos, pues, con una filosofía totalmente opuesta al reparto, la subvención (los créditos han de devolverse, aunque su interés sea bajo) y la limosna. Es un paso adelante desde el viejo proverbio, ahora no se trata sólo de enseñar a pescar sino de ayudar a vender el pescado.

Pienso que es un buen ejemplo de cómo la economía de mercado no es una maquinaria de creación de pobreza, como algunos quieren que creamos, sino que cuando los individuos tienen la posibilidad y los medios crean sus propias oportunidades. Y esa posibilidad sólo se la da el capitalismo.

El Grameen Bank me hace pensar que precisamente en la globalización del capitalismo está el remedio del hambre en el mundo.

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