La Academia de Cine de EE.UU. ha premiado la tercera entrega de “El señor de los anillos” con nada más y nada menos que 11 Oscars, una cifra que iguala los récords históricos de “Ben Hur” y “Titanic”. Es obvio que estos premios pretenden recompensar a toda la trilogía, cuyas partes anteriores habían conseguido cuatro y dos galardones cada una, pero todos de carácter técnico.
Aunque los últimos minutos de “El retorno del Rey” se me hicieron un pelín largos (no así el restante metraje de la película, un prodigio de ritmo y acción) no puedo menos que admirarme por el excelente resultado que su director Peter Jackson ha obtenido al mando de un proyecto que por sus dimensiones (dos años seguidos de rodaje para obtener más unas 9 horas de película), su complejidad técnica, la expectación previa y los múltiples condicionantes que impone adaptar una obra tan famosa (y con tanto seguidor “freak”, todo hay que decirlo) como la de Tolkien se antojaba prácticamente imposible.
Sin embargo, ahí están los resultados: aplaudido por la crítica, éxito arrollador de público, un negocio magnífico para su productora y récord histórico de Oscars (y un total de 17 estatuillas entre las tres partes). Un ejemplo de lo que pueden conseguir la determinación, la profesionalidad, el saber hacer y la capacidad para liderar equipos. Admirable.
Por cierto ¿adivinan el porcentaje del presupuesto original que partió de las arcas públicas? Efectivamente: 0 %. Otra pregunta ¿Hubiera sido posible una trilogía así en un cine esclerótico por las subvenciones y la autocomplacencia? Ni tan siquiera es necesario responder...
01 marzo, 2004
El Señor de los Oscars
Posted by Unknown at 6:28 p. m. Menéame
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario