No es a los EEUU a quienes abandonamos

El “movimiento blog”, por así llamarlo, está alcanzando un atractivo inaudito para mí. Entré en este tema casi por casualidad (nunca te agradeceré lo bastante ese empujón, Rafa, te debo una comida) pero cuanto más profundizo en él más apasionante me parece. Ya visito con regularidad un montón de sitios españoles, la mayor parte de ellos de ideología liberal y muy interesantes (pronto pondré una lista de links para que podáis disfrutarlos también).

Además, últimamente he conocido un par de blogs que nos traen de primera mano opiniones, hechos y puntos de vista desde países que suelen estar fuera de nuestras fuentes habituales de información, y que me llevan a descubrir con alborozo que hasta en las peores condiciones hay personas que apuestan por las libertades y el progreso.

El primero de ellos, The Religious Policeman, es el de un ciudadano de Arabia Saudí que toma su nombre de uno de los fenómenos más terroríficos de su país, los Mutaween, la Policía para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio (el nombre es ese, por muy increíble que os parezca).

El segundo lo he descubierto hoy gracias a un mensaje en un foro de HispaLibertas. Se trata de Iraq the model, el blog de un iraquí que nos transmite la opinión de una porción de los ciudadanos de ese país, los que están deseando vivir en paz, que no suele llegarnos por varias razones (que no matan a nadie para expresarla, que viven presa del terror que les infunden amigos de la paz como Muqtada...).

Os recomiendo vivamente leer su mensaje de ayer 21 de Abril en el que habla de los sentimientos que le ha suscitado el retorno/abandono/huida de las tropas españolas. He sentido una vergüenza inmensa.

La propaganda antiyanqui pretende hacernos creer que somos muy guays porque dejamos al gran satán imperialista en la estacada, pero a quienes estamos dejando en pelota picada no es a EE.UU., que seguirá siendo el país más poderoso del mundo pase lo que pase en Irak, sino a los millones de iraquíes (o cientos de miles, que lo mismo da) que desean que el suyo sea un país libre, sin tener que estar sometidos ni a partidos únicos combinación de lo peor del nazismo y el comunismo ni a fanáticos religiosos que quieren llevarles a una teocracia propia de la Edad Media.

En Irak hay gente que necesita nuestra ayuda, cuyo futuro depende de ella, cuyas mismas vidas dependen de nosotros.

Y les hemos dejado tirados.