¿Son todas las opiniones respetables?

En el ambiente "guay" y "multiculti" en el que llevamos algunos años inmersos nos encontramos con una variada sarta de mitos, medias verdades y mentiras enteras que son comúnmente aceptadas sin cuestionárselas y que me parece que son particularmente perversas y no menos peligrosas.

Una de ellas es que "todas las opiniones son respetables". Mantra habitual que se suele esgrimir para respetar o incluso defender precisamente aquellas opiniones que se sabe que nos deberían producir un rechazo frontal, pero que nuestra artificial inclinación "multiculti" nos obligan a aceptar, porque ya se sabe que todo es susceptible de ser dialogado.

Me pregunto si la del imán de Venissieux, partidario de golpear a la propia esposa “en los brazos y las piernas” e incluso de golpearla fuerte “para que tenga miedo”, entra también en esa categoría de opiniones respetables. Si podemos establecer con él un diálogo profundamente democrático y sin condiciones previas para llegar a la conclusión, por ejemplo, de que sólo se las pueda pegar en los brazos y no demasiado fuerte, un democrático “ni pa ti ni pa mi”, ya que tu opinión es tan respetable como la mía.

¿Verdad que sería guay?