19 mayo, 2004

Donde dije digo, actuaciones

Si es que los de la derechona somos la releche, leemos en un programa electoral “construcción de viviendas” y entendemos que se van a construir viviendas. Es como el anuncio ese de la radio en el que el público de un supuesto humorista se descojona porque alguien que ha comprado un billete en clase turista va en clase turista. El ser humano es un poco raro, ¿no?

Menos mal, menos mal, que la paridad y Zetapé le han abierto las puertas del flamante Ministerio de Vivienda a la señora María Antonia Trujillo, que con el talante didáctico que suele caracterizar a la izquierda nos ha explicado que no, que cuando uno dice en su discurso de investidura que va a poner a disposición de los españoles 180.000 viviendas a precios razonables lo que quiere decir es que van a realizar 180.000 actuaciones.

Vamos, que toda España se va a convertir en un Fórrum con tanta actuación.

La profundidad política e ideológica de este gobierno quedará como hito irrepetible para las generaciones futuras, algo así como la Atenas de Pericles pero con paridad, buen talante y sonrisas (por cierto, dentro del tema este del talante y la sonrisa, ¿para cuando un ministerio para Ronald McDonald?).

Hasta ahora los distintos gobiernos que en el mundo han sido se han limitado a incumplir sus promesas electorales. A partir de ZP ya no será necesario olvidarlas y no por ello dejará de llenarse uno la boca de tonterías imposibles durante la campaña, bastará con que después de las elecciones nos expliquen “lo que de verdad han querido decir”.

Lo dicho, el ser humano es un poco tonto, ¿no? Puede que un poco sí, pero no tanto señora ministra.

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