Ya se acaba

La maldición de los faraones sigue muy presente en Egipto, y se llama cagalera. Que levante la mano el que ha visitado un país de África y no se ha ido por la patilla, no veo ninguna mano levantada, lógico.

Pues eso, nuestra llegada a El Cairo finalmente se ha visto acompañada de un proceso que hacia algo de tiempo que se venia gestando y que, si bien no ha sido excesivamente terrible, no nos ha dejado aprovechar el tiempo como nos habría gustado.

Aun así, hemos visto bastantes cosas interesantes y hemos hecho unas cuantas fotos. Nos dejamos mucho en el tintero, pero de cualquier manera el viaje ha sido inolvidable.

En los próximos días colgare algunos artículos sobre todo lo que hemos visto por aquí.

Mañana, si Alá y el avión quieren, volvemos a casa.