La industria de la cultura está de capa caída, sobre todo la de la música, que lleva varios años seguidos en los que las ventas de discos caen, según ellos, por el problema de la piratería. Así pues, ante un asunto que tiene a la sociedad a mitad de camino entre el dolor y el espanto (yo, sin ir más lejos, estoy que no me llega la camisa al cuerpo y eso que llevo corbata) el gobierno progresista y talantuoso que nos invade toma medidas y, como ferviente partidario del diálogo que es, empieza por reunirse con una selección de los artistas más destacados del panorama y les promete una Ley de Música.
Si analizamos la nómina de participantes en la reunión vemos que todos han realizado un elevado número de obras perdurables, discos de esos que dentro de 30 años se seguirán considerando piezas claves como los de los bitels, lu rid o deivid bouie, por poner unos ejemplos: Estopa, David Bisbal, Alejandro Sanz, La Pendeja de Van Gogh, Andy & (hasta luego) Lucas, Luis Cobos… sin duda se trata de una selección de enormes genios que han marcado un antes y un después en el mundo del pentagrama.
Millones de profesionales y aficionados de todo el mundo escuchan sus discos y van a sus conciertos como quien oye El Corán: con reverencia y devoción, y sin duda las generaciones futuras realizarán sus propias obras a partir de la base teórico - artística que estos avanzados precursores han desarrollado en sus arriesgados trabajos, siempre en busca de la excelencia y jamás preocupándose de la faceta comercial del asunto, que todos desprecian porque el arte no se compra con dinero.
Pero hete aquí que a esta familia de desinteresados bohemios les ha surgido el problema de la piratería y venden menos discos con lo que, oh insoportable situación, una cada vez mayor parte de la humanidad se queda sin disfrutar de la riqueza espiritual, de la de la plenitud kultural y la felicidad que al ser humano medio le proporcionan maravillas poéticas como:
Ave María, cuando serás mía
Si me quisieras, todo te daría
Ave María, cuando serás mía
Al mismo cielo, yo te llevaría.
Y eso sí que no lo podemos consentir.
Además, este grupo de honrados profesionales sufre en sus propias carnes los problemas económicos que esta situación está creando; sin ir más lejos creo que Alejandro Sanz, por citar a un ejemplo, vive en Miami en una verdadera chabola pues no puede mantener el pisito que tenía en el madrileño barrio de Vallecas dada la carestía de la vida en la capital de España. Peor está la cosa en el caso de la Pendeja de Van Gogh, que no sólo venden menos discos sino que encima son cinco a repartir, vamos, que están a las puertas de la indigencia. ¿Han visto ustedes mayor injusticia?
Menos mal que el pueblo español, consciente de la gravedad de éste y otros problemas similares (como el del abnegado mundo del cine, por ejemplo) decidió el pasado mes de marzo dar un giro a la política asocial e inkulta de los sucesivos gobiernos del PP y otorgó su confianza a un hombre refinado, sensible y dialogante, capaz de arreglar cualquier tipo de problema con una ley o un decretazo. Piénsenlo, ¿si ha sido capaz de traer a las tropas no será capaz de llevar a las masas de ávidos compradores a las tiendas de discos?
Hay que ver, ¡qué tranquilo me dejan estas reuniones!
PD.: Ya que estamos en el tema… ¿alguien puede explicarme la ausencia de Camela en tan magno acontecimiento?
22 junio, 2004
Alta política: ZP se reúne con Bisbal y Estopa
Posted by Unknown at 4:35 p. m. Menéame
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