23 junio, 2004

El cine ya no es lo que era

Hay noticias para las que uno nunca está preparado, fogonazos actualidad que te dejan directamente deslumbrado y sin capacidad de reacción. Sin ir más lejos, hoy mi espíritu se quiebra ante la noticia de que Rocco Siffredi se retira del cine “por razones familiares”.

Pero Rocco, ¿¿cómo nos haces esto??

Uno sabe que hay pocas cosas en el mundo en las que de verdad se puede confiar, elementos y valores que se sostengan de pie, enhiestos frente al viento, las adversidades o los excesos. Rocco era una de ellas. En cualquier momento en cualquier situación, frente a diez o cien enemigos (enemigas, más bien) uno sabía que Rocco daría la talla, que no dejaría que el estandarte de la virilidad cayese, que entregaría a sus oponentes lo que era suyo repartiendo mandobles cual Guerrero del Antifaz en justa y siempre generosa retribución de las ofensas y demandas recibidas.

En estos tiempos de feminismo y confusión el actor italiano era el espejo en el se miraba nuestra masculinidad mediopensionista y de provincias, el ídolo al que se admira tanto que ni tan siquiera se osa intentar imitar.

Ay Rocco, qué va a ser de nosotros, los viejos verdes, ahora que tú te has ido.

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