30 julio, 2004

Liberalismo y Jiménez Losantos

Como me imagino que todos los que pasan por aquí podían intuir, soy oyente habitual de la cadena COPE. Para esto hay varias razones una de las cuales es que mi religión me impide sintonizar la SER y otra que no soporto la voz trascendental y engolada de Luis del Olmo (ojo, que me parece un periodista bastante válido e independiente, pero es que no lo puedo aguantar, qué le vamos a hacer). Así que entre unas cosas y la retirada matutina de Gomaespuma tiempo atrás me dejé caer cual mujer propensa a los mareos en los brazos de la COPE y allí sigo, mañaneando con Federico Jiménez Losantos y atardeciendo con la Linterna del ahora cesado o ascendido Apezarena.

Últimamente e incluso desde los medios afines (coño, tan afines como la propia COPE) se han levantado voces que critican el rumbo que está tomando el programa de don Federico bajo la firme mano de su director, especialmente desde ese mes de marzo que, justo es reconocerlo, nos tiene a todos un poco enconados. Escuchar a don Federico antes de las siete de la mañana es muchos días una experiencia demoledora, en este sentido, prefería al más plácido e irónico Luis Herrero (al que sigo echando de menos), pero Losantos tiene un estilo y una personalidad más agresivos (que no violentos) y cada uno es como es.

Pero incluso antes de su desembarco en La Mañana la peculiar personalidad del periodista ha venido siendo motivo de ataque y justificación de las peores diatribas contra el liberalismo. Hay, además, una identificación entre los liberales españoles y el popular periodista que hace que se hable de nosotros casi más como “losantistas” que como liberales y que en ocasiones lleve a cosas tan curiosas como que se me pregunte en un comentario que opina él de eso (??!!).

Así que me apetece puntualizar varias cosas: yo soy oyente habitual de su programa, otros liberales supongo que no, y lo que es servidor no está de acuerdo al 100 % con Jiménez Losantos el 100 % de las ocasiones porque, a diferencia de otros, los liberales no seguimos ciegamente al líder (además de que él tampoco es un líder en ese sentido).

Esto no quita para que el presentador de La Mañana no sea alguien que ejerce una importante influencia intelectual tanto en mí como entiendo que buena parte de la “trouppe”, y esto es así porque más allá de sus ocasionales excesos verbales (últimamente un poco más habituales de lo deseable, lo reconozco) Jiménez Losantos es una de las personas que se ha partido la cara en España por defender el liberalismo: en la radio, en los periódicos, con la creación de Libertad Digital…

Termino pues con estas dos ideas: ni le sigo como la oveja sigue al pastor (o Haro seguía a Stalin, para que os hagáis una idea más clara) ni tengo porque negar que es una de las personalidades públicas cuya opinión escucho y valoro. Y todos aquellos que deseen llamarnos fachas que hagan lo que les plazca, total nos lo llamarían aunque leyésemos el Granma.

PD.1: Curiosidades de la informática, la corrección automática de word sustituye Losantos por Lozanitos, ¿me estará intentando decir algo?

PD.2: A todo esto, Don Federico, una valeriana de vez en cuando no le hace daño a nadie, que hay días que en la ducha ya me pone usted “desesperao de la vida”.

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