Ahora Batasuna quiere hacer política

Con la batería mediático-política haciendo los preparativos desde algunos días antes, la complicidad de los gobiernos autonómico y central y la ayuda del Ayuntamiento de San Sebastián esa parte de ETA que se hacía llamar Batasuna ha celebrado este domingo un multitudinario acto en el velódromo de Anoeta de la bellísima ciudad vasca.

Bueno, pues en el marco incomparable de este acto ilegal los ETAsunos han presentado una propuesta que al decir de algunos iba a ser la pera limonera y al decir de un servidor de ustedes es la misma mierda de siempre. Pueden encontrarla aquí (archivo PDF) y si se toman la molestia de leerla entenderán el porqué de esta afirmación.

El documento tiene una introducción histórica que está a mitad de camino entre lo fantástico y lo delirante, hay un momento en el que he llegado a creer que la izquierda abertzale lleva años intentando destruir en los fuegos del Monte Españolismo el anillo de poder forjado por Aznauron. Bromas aparte, es obvio que resulta de todo punto imposible que alguien que es absolutamente incapaz de observar los últimos 25 años de historia no ya con objetividad sino sin que parezca haber consumido alucinógenos al por mayor tendrá complicado participar en la construcción del futuro.

En el lado de lo positivo cabría colocar que el ilegalizado brazo político de ETA (más brazo que político) afirma que es posible una solución política al famoso “conflicto vasco” y que está dispuesto a implicarse en ese proceso. Sin embargo, no sólo se “olvida” de condenar la violencia o de pedir a ETA que tome las armas, sino que aclara que como parte de l proceso tendrá que haber un “acuerdo entre ETA y los estados español y francés” que incluya contenidos como: “desmilitarización del conflicto; presos, deportados y refugiados; y víctimas”.

En resumen, el texto presentado por un Otegui travestido de Arafat (da gusto ver las referencias políticas y morales de estos chavales, siempre dudando entre Gandhi y Mandela), es más de lo mismo: hay que abrir un proceso hacia las oscuridades de lo desconocido en el que ellos se reservan un protagonismo infinitamente mayor del que les conceden las urnas en virtud de que la banda de asesinos de la que forman parte se mantiene al acecho y se reserva el derecho de intervenir a punta de amonal.

¿Será ese proceso capaz de garantizar que se mantengan las actuales cuotas de bienestar en el País Vasco y que crezcan las de libertad? Sinceramente, dirigido desde las sombras por los encapuchados amigos de Otegui lo dudo.

¿Es eso lo que necesita la sociedad vasca? No, la sociedad vasca lo que necesita es que las pistolas callen y que en lugar de morir inocentes muera por fin una ideología nacida de lo peor del S XIX y que en el XXI no es más que un triste y sorprendente anacronismo.