17 noviembre, 2004

¿Qué es telebasura?

Una rueda de prensa conjunta de dos empresas que son competencia directísima es un acontecimiento más bien extraño que debe responder a necesidades perentorias de ambas compañías o del sector en el que operen. Así lo deben entender Antena 3 y Telecinco, las dos concesionarias de cadenas de televisión “en abierto” de carácter nacional, que ayer presentaron a los medios a dos de sus principales directivos para hablar del famoso tema de la telebasura.

Los ejecutivos en cuestión fueron el director general de Contenidos de Telecinco, Manuel Villanueva, y el director de Programas, Ficción y Cine Español de Antena 3, Francisco Díaz-Ujados, y a tenor de sus palabras podemos entender que las cadenas no sólo no se dan por aludidas cuando se las acusa de convertir los tubos catódicos en maquinas de hacer putrefactos churros-zurullos, sino que además señalan con el dedo de culpar a los padres porque dejan que sus hijos vean cualquier cosa.

Vaya por delante que estoy totalmente de acuerdo en que los padres deben tener un papel protagonista en la educación de sus hijos y que hoy en día, por paradójico que parezca, la mayor parte de las familias prefiere que ese trabajo en ocasiones desagradable lo hagan otros: los profesores, los poderes públicos, los abuelos, la televisión… en fin, así les va.

Sin embargo, esto no es sino la típica excusa de los periodistas/programadores y faranduleros en general: nosotros hacemos lo que la gente nos pide y no tenemos culpa de nada. Pues no señores, cuando al público se le da la opción de consumir calidad en muchas ocasiones lo hace, y si ustedes facturan bazofia es porque a) es más fácil y más barato (ojo, no siempre más rentable) y b) su limitado talento no da para más.

Una vez “aclarado” que la culpa es de todos el Sr. Díaz-Ujados, en cuya cadena se emiten programas de la altura ética e intelectual de La granja (y la selva) de los famosos; ¿Dónde estás corazón?; Mi gorda bella; o El diario de Patricia, se permitió la frivolidad de afirmar: “No sabemos qué es la telebasura, no existe tal”.

Pues estimado señor, ya que veo que usted tiene una duda conceptual me voy a permitir aclarársela, parafraseando al poeta le diré: ¿Qué es telebasura? ¿Y tú me lo preguntas? Telebasura… eres tú (y lo que tienes al lado, que tampoco es moco de pavo).

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