Mas de las Matas, nacionalismo y localismo

El Gobierno de Aragón apoya la petición de la pequeña localidad turolense de Mas de las Matas, que quiere sus propios documentos del archivo de la Guerra Civil salmantino. A mí, personalmente, me parece que el tema tiene mucho de simbólico, y que Mas de las Matas se puede convertir en la vanguardia de la nueva España, o mejor dicho de la no-España, que además no sólo no es nueva sino que es más antigua que el sol.

Lo que se estila ahora en esta zapateril época es ir a Mas (de las Matas), que no es otra cosa que ir a menos parafraseando al gran Mies van der Rohe. Y es que tirando del hilo del nacionalismo acaba uno llegando siempre al ovillo del localismo, a la tribu, a la sangre del villorrio.

Pero el localismo del pueblecito no nos da para grandes archivos, sino para cuatro papeles viejos que allí no son más que polvorientos legajos, porque nadie va ir a verlos; ni nos dará para Prados o Thyssenes, sino que nos quedaríamos en cuatro cuadros bonitos en una vieja parroquia que ni Dios visita porque nadie puede imaginar que estén allí.

Las grandes naciones con 500 años de existencia tienen grandes museos y estupendos archivos que son visitados y consultados por expertos y turistas de todo el mundo. Unos y otros han sido creados por los avatares de una historia que a veces tiene cosas buenas y a veces malas. Y es la historia algo tan complejo que en ocasiones surge lo bueno de lo malo, mire usted por donde. Así, el Museo del Prado, orgullo de los españoles (no sólo de los madrileños, ojo), fue fundado por uno de los más nefastos reyes de nuestra historia, Fernando VII. Así, el Archivo de Salamanca es una consecuencia positiva de la Guerra Civil y del régimen franquista.

Agrupar y reunir es dar valor al patrimonio de todos que resume y recrea una historia común. Llevar lo que es de todos y está ya en un buen sitio a Mas de la Mata, Elche o Cataluña es el patético localismo de “lo nuejtro”, dar pasos en la vuelta a la tribu, disgregar y quitar valor, acabar a pedradas con los del pueblo de lado.

El alcalde de Mas de las Matas se equivoca, cree que lucha por lo suyo cuando lo único que conseguirá, si le hacen caso, es destruir lo de todos. Pero la culpa no es suya, él sólo se ha creído, supongo, lo que le ha dicho el Comité de Ex-pertos.