Por mucho que unos pocos nos empeñamos en recordarlo casi nadie reconoce que el actual nacionalismo vasco nace de las covachuelas de las peores ideologías del siglo XIX. Por el lado del nacionalismo “moderado” (ay que me entra la risa) el ultracatolicismo racista y partidario del antiguo régimen de Sabino Arana; y por el lado del amonal y la capucha el delirio totalitario y antieconómico de Marx.
Ideologías que pueden parece contraproducentes pero que comparten un rasgo fundamental: el desprecio del individuo. Y cuando lo importante no es la persona sino el grupo podemos prescindir de este o aquel sujeto molesto para la clase, la patria o la raza, que lo mismo da. Así ha sido desde hace mucho y así lo entendieron “grandes hombres” como Lenin, Hitler, Stalin, Mao, Pol Pot o Pinochet.
A respecto de la “modernidad” del pensamiento de Sabino Arana podemos leer hoy un brillante comentario de José García Domínguez sobre el artículo 59 de los estatutos del PNV, que se refiere a la cantidad de apellidos “euskéricos” que deben atesorarse para acceder a uno u otro grado de pertenencia al partido cuyo lema tradicional (Dios, Patria y leyes viejas) es todo un canto al progreso. Si leen bien el artículo de marras se percatarán de que los chicos del KKK son unos aficionadillos al lado de los gudaris de la patria vasca.
Lean, lean y no olviden sacarlo a colación cuando alguien les comente lo de que el PNV es un partido “demócrata de toda la vida”.
06 enero, 2005
Modernidad ideológica
Posted by Unknown at 1:15 p. m. Menéame
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