Me dice mi buen amigo José L. Barreda que en esta bitácora se dedica cada día menos espacio a la cultura en cualquiera de sus manifestaciones. Repaso un poco lo publicado en las últimas semanas y no puedo menos que darle la razón, así que como medida de excepción dada la gravedad de la situación voy a incluir una crítica musical que el propio José me envía de uno de sus grupos favoritos.
Blue angels – Ancient Rituals
East Dublín Records
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Los británicos Blue Angels están destrozando una vez más las pistas de baile del continente con su recién estrenado álbum Ancient Rituals, lo mismo que hicieron con los anteriores “The garden of the footpaths that are branched off” y “Asterion’s house”.
La fórmula de los de Glasgow se revela de nuevo certera y por su batidora estilística pasan una variedad ingente de sonidos y ritmos que van desde el más ácido “blástic” hasta un revivido “underneath”, con toques de un cierto lirismo “eclecthic” y el superhabitual “bass & cream”, que parece imprescindible hoy en día en un disco dance que se precie.
El resultado de la mezcla es una poderosa “tuneladora sonora” que en ocasiones nos recuerda a los Rammstein más oscuros (como en el brutal tercer tema del disco “The wall and the books”), mientras que en otros momentos recupera sonoridades más cercanas a la factoría neoyorquina de Dead’s dialogue o incluso la esforzada machaconería de los mejores Blind Pew.
Comentario aparte merecen las letras de prácticamente todas las canciones del disco, en las que su líder y cantante Herbert Quain ha relatado de forma estremecedora su periplo vital de los últimos cuatro años, marcados por la deriva sentimental, las problemáticas relaciones con las más variadas sustancias adictivas y, más que nada, por la irreparable pérdida de su perrita Emma, que como muchos de ustedes recordarán murió atropellada por un fan ebrio que pretendía conseguir un autógrafo del artista.
La experiencia, narrada de forma escalofriante en la magistral y desgarradora “My precious”, supuso un horroroso trauma para Herbert que, como él mismo ha dicho, le hizo “tocar fondo y darme cuenta de que estaba en el mal camino”.
Todos estos problemas son ya parte del pasado de la banda y su nuevo disco ha supuesto una “liberadora catarsis” que les lleva ahora a los primeros puestos de las listas dance de media Europa.
JLB
15 enero, 2005
Una de crítica musical
Posted by Unknown at 8:52 p. m. Menéame
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