21 marzo, 2005

Ah, entonces era por eso, si ya me lo temía…

Cierto diario que no depende de la mañana y de cuyo nombre no quiero ni acordarme publica hoy un esclarecedor reportaje (registro o Bugmenot) aclarándonos que la ultraderecha existe en España y que hay que tener cuidadito con ella. Por supuesto, para ilustrarlo se selecciona una imagen de la “multitudinaria” manifestación del otro día frente a la ex-estatua de Franco, por así decirlo, aunque curiosamente dicho acto que contó con la presencia de nada más y nada menos que 700 personas (menos que un partido de 2ª regional) no se cita en ningún párrafo de la larga información, tan sólo en el pie de foto.

La conclusión que se puede sacar de tan prolijo artículo es que los lepenes y los haiders están apunto de llegar y que su ideología se basa en el rechazo a la inmigración, en que son católicos y en que defienden la familia. En un momento de despiste que igual hasta le cuenta la cabeza al sesudo escribidor se le escapa admitir que también son antiglobalización, de lo que yo deduzco que el pasado y glorioso Fórrum fue un acto fascista de pies a cabeza.

Lo fundamental del artículo no es la colección de tópicos a la que da cobijo, ni los continuos deslizamientos voluntarios tratando de acercar parte del ideario del PP e incluso de sus militantes o dirigentes al concepto de la ultraderecha, sino la oportunidad de su publicación, su coincidencia con la retirada de la ya famosa estatua del dictador Franco.

Sin duda, este es el primero (bueno, el segundo si contamos la propia retirada de la estatua) de una larga serie de esfuerzos destinados a despertar realmente a la ultraderecha y ayudarla a reorganizarse en un partido que le pueda quitar votos al PP. Si al final esto no se consigue por lo menos se saca el fantasma de los fascistas a pasear y se le echa encima al PP, que nunca está de más llamarlos fachas.

Lo curioso es que se hable tan a menudo del resurgimiento de la extrema derecha y nadie diga nada del de la extrema izquierda. Después de que se agrediese a centenares de sedes del Partido Popular, de que se llamase asesinos a sus dirigentes (incluido el Presidente de España legítimamente elegido) o de que se violentase la jornada de reflexión cercando de nuevo las sedes del PP a nadie se le ocurrió avisar sobre la inminente llegada de la extrema izquierda.

De hecho, en el propio artículo se habla del recurso a la violencia, según uno de los expertos consultado el problema "es que el bloqueo político e institucional facilita que la violencia aparezca, especialmente entre los jóvenes, como una alternativa expresiva y resolutiva". ¡Coño! ¿A qué me recuerda eso?

A ver si nadie se preocupa de la llegada de la extrema izquierda porque ya está aquí…

ACTUALIZACIÓN: Nobleza obliga, tanto el Freelance desde su esquina como el nuevo marinero de Hispalibertas han comentado de forma sabia la misma noticia.

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