El lehendakari de algunos vascos

En la “gloriosa” tradición de su partido (que desde su fundación a la actualidad no ha hecho nada decente) Joan José Ibarretxe tiene claro que él no es el “lehendakari” (por cierto, no sé porque Sabino Arana eligió está palabra teniendo “Fhürer” tan a mano) de todos los vascos y vascas, como a él le gusta decir, sino sólo de aquellos que comparten su esquizofrénico remedo de ideología.

Mientras escribo estas líneas está despachando con los representantes de una candidatura que ha sido anulada por el Tribunal Supremo por ser un instrumento claro y evidente de ETA. Eso no parece importarle al chico del plan, que no sólo se reúne con los esbirros de la banda asesina sino que lo hace en su sede oficial, dándole así un carácter institucional y, por tanto, poniendo a la institución que representa como felpudo de las bestias etarras.

Y es que Ibarretxe no es otra cosa que un xenófobo racista, así que para él lo importante no es que determinado grupo humano esté compuesto por delincuentes o asesinos, sino la cantidad de apellidos eusquéricos que atesoren, y con ese convencimiento sería capaz de reunirse con el mismísimo Patxi el Destripador, siempre que éste y toda su familia hayan nacido cerca de Getxo, por ejemplo.

Tampoco debemos olvidar, por no cebarnos solamente en el sobrino del Dr. Spock, que hay una parte importante de la sociedad vasca lo suficientemente enferma como para mirar hacia otro lado e incluso compartir dicha forma de putefracto pensamiento, por lo que éste movimiento de reptil es más que probable que le reporte al PNV una bonita cosecha de votos.

Tan electoralmente rentable como moralmente despreciable.