Ayer por la noche fui, por fin, a ver el tercer y último episodio (a pesar de que hay cuarto, quinto y sexto) de la saga espacial de George Lucas, “La venganza de los Siths”, ansioso por conocer el final de una historia que lleva desarrollándose prácticamente toda mi vida y, después de la decepción que supuso el Episodio II, un poco más animado por las buenas críticas que ha recibido ésta su continuación.
Efectivamente, “La venganza de los Siths” no es ni de lejos tan mediocre como “La guerra de los clones” y, sin alcanzar las cotas de excelencia de las tres primeras (¿últimas?) partes de la saga sí resulta una buena película de aventuras, con algunos detalles (¡ay, Natalie!) francamente buenos. A la mejora general contribuye bastante, en mi opinión, que Hayden Christensen ha aprendido a actuar un poquito (no es que sea Lawrence Olivier, ojo) con lo que su papel de Anakin / Darth Wader resulta algo más consistente que el Anakin / niñato del Episodio II, que me pasé toda la película deseando que lo matasen.
Ahora, una vez terminada la segunda trilogía cabe hacer también un análisis completo del ciclo, que ha quedado un poco dignificado por esta tercera parte pero que en conjunto creo que supone una aventura artísticamente innecesaria (lo que es perfecto no debe arreglarse) y de resultado más bien mediocre. Obviamente, respecto del apartado financiero no podemos decir lo mismo, así que enhorabuena a ese hombre de negocios que es el señor Lucas.
Pero éste es un blog eminentemente político, así que vamos a hablar de política. El mismo George Lucas nos adelantó que la película era una alegoría de la situación de los Estados Unidos; personalmente y pese a determinadas frases del guión que se nota que han sido puestas en su sitio con calzador para vender esa moto, creo que los personajes y la historia han superado a su propio creador (suele suceder, en cierta forma estoy seguro que el Quijote se le fue de las manos a Cide Hamete) así que por estas casualidades de la vida ayer me di cuenta de que Star Wars no habla tanto de la política americana como, miren ustedes por donde, de la española.
Obviamente, la historia se presta a varias interpretaciones, la primera es a mi juicio sumamente evidente: un poder oscuro trata de apoderarse de la república (no la han llamado estado español para que no cante) y lo consigue a base de mentirijillas y tal. Hay un Lord Sith (¿Rubalcaba? ¿Polanco? ¿ZP?) que contrata a un aprendiz (¿ZP? ¿Pepino Blanco?) con mucho poder pero que es bastante tolai y que le va haciendo el trabajo sucio. Mientras tanto, hay unos separatistas por allí que se creen que les está haciendo el juego pero a los que al final se cargan, pero eso creo que tampoco es lo más importante.
También puede ser que haya una serie de iluminados militaristas (los “jedais”, el PP) a los que el pueblo, representado de forma simbólica por Anakin, les da lo que se merecen, aunque sea a costa de dejar la república / estado español en manos de un personaje que es, como mínimo, un poco sospechosito y sin hacerle demasiado caso a eso de la democracia. A mí me recuerda a algo…
En una clave más localista y teniendo en cuenta el estelar papel de Yoda / Pujol, creo que puede ser una alegoría sobre lo que está pasando en Cataluña, con un par de “jedais” (Maragall, Carod) que han sido seducidos por el lado oscuro del nacionalismo, pero esta teoría no se sostiene demasiado bien porque el lado oscuro es fácilmente localizable, pero a ver quien es el guapo encuentra el lado luminoso del nacionalismo.
En fin, señor Lucas, que puestos a decir tonterías prefiero las mías. Dedíquese al cine, por favor.
10 junio, 2005
Efectivamente, Star Wars habla de política
Posted by Unknown at 3:06 p. m. Menéame
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1 comentario:
Este artículo no hay por donde cogerlo. ¿No es mejor decir que la saga se basa en los fascismo del siglo XX? ¿Que con la excusa de la seguridad y la paz acabaron con las libertades en Europa y dieron pie a las mayores obscenidades y crímenes que jamás se han visto en este mundo?
Puede gustarte o no ZP, pero de ahí a decir que estamos acercándonos a una dictadura.... joder tío, es fuerte.
Tu artículo no hay por donde cogerlo, claramente. Y es evidente que se refiere al mensaje que están colando en el sistema americano de que para lograr la seguridad hay que recortar las libertades (George W.Bush hijo y el Tea Party en la actualidad), al mismo tiempo que las iglesias estadounidenses cada vez se acercan más al totalitarismo sectario.
Sin acritud, pero no hay por donde coger el artículo.
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