22 julio, 2005

Actitudes chavistas y "chavificación"

Tras la penosa sesión de la Diputación Permanente del Congreso del pasado miércoles a la que ya hacíamos referencia de pasada ayer, el Presidente del Partido Popular denuncia que el PSOE está provocando estos incidentes (y otros como la “aparición” de familiares de las víctimas del Yak42 para increpar a Trillo dentro del propio congreso) en lo que califica como “actitudes chavistas”.

Quiso la causalidad que precisamente ayer me comprase el número de julio de la fantástica revista Letras Libres que tiene como tema principal la Venezuela del gorila rojo y la “robolusión” bolivariana y, aunque todavía no he leído más que unos pocos artículos, me aterra lo acertado de la definición de Rajoy, aplicable no sólo a determinados hechos más o menos recientes, sino a buena parte de la política del gobierno Zapatero.

Y es que lo que más me ha llamado la atención del muy lúcido análisis que en diversos artículos se hace de la situación en la República Bolivariana es algo de lo que no solemos tener excesiva noticia por aquí y que es, si cabe, todavía más peligroso que la disparatada política económica de Chávez en comandita con “expertos” cubanos: la profunda politización de la sociedad que se ha promovido desde el poder y, sobre todo, el encono con el que se está abriendo un brecha que parte en dos al país arrasando todo lo que coge por medio: parejas, familias, amistades, sociedades…

Por aquí siempre le hemos dado vueltas a lo de “las dos Españas” y, al fin y al cabo, todavía no hace 70 años que empezamos una terrible guerra civil, pero la sociedad de la democracia, la que yo he conocido, nunca ha estado tan enfrentada y tan politizada en el sentido negativo del término como ahora y, muy especialmente, nunca se han hecho tantos esfuerzos desde el poder ejecutivo para que se brecha se abra y crezca.

Los acontecimientos que siguieron a los atentados del 11 de marzo supusieron, desde mi modesto punto de vista, el momento en el que se abrió esa brecha que la izquierda, Prestige e Irak mediante, llevaba un par de años intentando producir. Un gobierno responsable y con un mínimo de decencia debería haber intentado reunir de nuevo a la nación en torno al dolor y, por qué no, haciendo frente a nuestros verdaderos enemigos, pero en lugar de eso Zapatero y sus secuaces se han dedicado a promover todas aquellas políticas, gestos y declaraciones que no sirvan para otra cosa que para agrandar la separación y enconar los ánimos.

Actitudes chavistas, sí, pero sobre todo "chavificación" de la escena social, si me permiten ustedes el palabro. Los gestos son tremendamente reveladores, pero el problema es bastante más profundo y será, si no se para a tiempo, tremendamente grave.

No hay comentarios: