23 julio, 2005

La religión como cortina de humo

Quiero dedicar en este blog bastante tiempo y muchas palabras a la nueva ley de “deseducación” que nos va a regalar el gobierno, pues creo sinceramente que este puede ser uno de los temas más graves de esta legislatura y, sin duda, la peor herencia que nos dejará este gobierno.

Empezaré hoy con una breve reflexión sobre un problema que cada momento estoy viendo más claro, una trampa que nos está tendiendo el gobierno y en la que veo que buena parte de la sociedad va a caer de boca: se trata de la utilización de la religión como cortina de humo para tapar el desastre de la ley de educación que han pergeñado.

Entiendo que a la Iglesia Católica la asignatura de religión en la enseñanza le parezca un tema capital, a mí me parece algo bastante accesorio dentro de la educación de los niños (obviamente porque no soy creyente) pero incluso aunque lo fuese pienso que hay muchas más opciones para que los niños accedan a una formación religiosa: su propia familia, las parroquias… Esto no hace que dejen de parecerme patéticas y lamentables las mentiras que está soltando el gobierno al respecto: ya hace muchos años que los padres tienen libertad para elegir si quieren que sus hijos den o no religión, no es algo que aporte esta ley, no es algo que nos regale este gobierno tan “amante de la libertad”.

Pero lo peor de todo es, como digo, que se está utilizando este tema como una cortina de humo para que no se hable de lo verdaderamente importante: de cómo se está destruyendo la educación para crear ciudadanos menos libres, votantes más dóciles, un país de borregos, en suma. Hablemos de la religión, sí, pero no centremos el debate en lo accesorio que es, además, el campo en el que al gobierno le resultará más sencillo dar la batalla.

Seguiremos discutiendo sobre esto.

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