Pues, al final, va a ser que no

Al final la Olimpiada no vendrá a Madrid, al menos en el año 2012. En la tercera votación eliminatoria y tras caer, por este orden, Moscú y Nueva York ha sido mi ciudad la que se ha quedado fuera de la ronda final en la que se enfrentan Londres y París.

No nos engañemos: todos sabíamos que iba a ser así y, si nos quedaba alguna duda, se despejó cuando ese gran talismán de las relaciones internacionales se embarcó hacia Singapur con el objetivo de apoyar la candidatura madrileña (sí, lectores bienintencionados, aunque a ustedes les parezca imposible le estoy echando la culpa de todo a ZP, estoy en mi derecho, ¿no?).

En fin, como no hay mal que por bien no venga, consolémonos pensando que con un poco de suerte esto nos permite ilusionarnos con las próximas elecciones a la alcaldía madrileña, aunque para eso tengo casi tan pocas esperanzas como para que ganásemos la Olimpiada.