Soluciones habitacionales, versión de luxe

Que Patrimonio Nacional tenga una casita de lujo en Lanzarote es, cuanto menos, una historia rara: no la usa casi nadie y, por supuesto, no está al alcance sus propietarios últimos que, se supone, somos todos los españoles. Que el Presidente del Gobierno tenga que hacer uso del patrimonio del estado para pasar sus vacaciones también me parece extraño: al fin y al cabo vive todo el año por la cara en un estupendo palacete y ni paga alquiler ni luz ni agua ni el abusivo IBI que nos ha puesto Gallardón, es decir, podría ahorrar para pagarse un chaletito durante el verano.

- Ya pero tenga usted en cuenta que, como es lógico, se tiene que llevar detrás a toda la cuadrilla de asistentes y escoltas y tal.

Efectivamente, querido lector, en virtud de todas esas complicaciones, que son ciertas (es más, se olvida usted de los monitores de buceo de Sonsoles), aceptamos que el Presidente no se pague el alquiler de su bolsillo, pero uno esperaría que, como Socialista y Obrero que se supone que es (de lo de español ya no sé que decirle), tuviese un poquito más de elegancia al elegir el lugar.

Digo esto porque parece ser que arreglar el “chabolo” en el que el Presidente y su corte han pasado el mes de agosto nos ha costado a los españoles más de 271.000 Euros, es decir, 45 millones de las antiguas pesetas, nada más y nada menos que un millón y medio por día de estancia. Barato no es, ¿verdad?

Estando en la oposición al PSOE se le llenaba la boca de expresiones como humildad y cercanía a los ciudadanos y en la propia noche electoral el mismo Zapatero dijo que el poder no iba a cambiarlo, así que debemos concluir que ya en su prolongada época de culiparlante en el parlamento le gustaba aprovecharse de lo de todos con singular generosidad y escasa austeridad.

Si repasamos un poco la nota de gastos (que se ha facilitado gracias a una pregunta del PP en el Congreso) vemos que algunos son, cuanto menos, llamativos: por ejemplo, se han gastado casi 50.000 € en las dos piscinas, se ve que con una no les bastaba; más: en la piscina de invitados se ha puesto un suelo de madera de teca que ha costado él solito casi 5.000 €, a precio de ébano, vamos; otra: las canchas de baloncesto y tenis se han pintado y marcado al módico precio de 9.000 €…

En definitiva, un proyecto radicalmente diferente a las “soluciones habitacionales” de la Ministra Trujillo y gastando más de lo que muchos de los ciudadanos españoles pueden reunir no ya para reparar su casa de vacaciones sino para comprar su vivienda habitual.

Para que nos vamos a engañar: socialista de pura cepa.