Yo tengo déficit, tú tienes déficit…

¿Hace falta más dinero para la sanidad o hace falta gastar menos dinero en gilipolleces alrededor de la sanidad? Y es que en toda la polémica sobre la financiación sanitaria no ha habido ningún partido político, ni PSOE ni PP ni por supuesto ninguno de los nacionalistas, que haya hablado de reducir el gasto.

Todos los que hemos tenido que acudir a la sanidad pública, y como suele decirse en estos casos, por desgracia yo he tenido que hacerlo en muchas ocasiones, somos conscientes de varias cosas: en mi caso no puedo dejar de señalar el sobrehumano esfuerzo y la excepcional profesionalidad de muchos de sus profesionales (médicos, enfermeras y hasta celadores); pero al que se acerque con un poco de curiosidad y cierta capacidad de observación a un hospital público o a un ambulatorio tampoco se le escapará el descomunal despilfarro de medios, tiempos y personal, en muchas ocasiones abrumador.

Y eso sólo a un nivel básico y cercano de observación, en lo que podríamos llamar la primera capa bajo la cual podemos suponer que corren espectaculares ríos de estupideces como la que hemos visto más arriba (vía Criterio, por cierto), favoritismos, corrupciones varias y complicados vericuetos en los que el dinero de los contribuyentes se pierde irremisiblemente.

Si ampliamos un poco el foco la cosa no es mejor, sino peor, se me cae la cara de vergüenza cuando veo a responsables políticos de comunidades con costosísimas televisiones autonómicas pedir dinero para la sanidad, incluyendo a mi muy admirada Esperanza Aguirre que en lugar de pedir otro canal de televisión sumidero de dinero público ha perdido una excelente oportunidad de demostrar que no sólo es posible hacer otra política, sino que esa es mucho mejor para sus ciudadanos.

Quizá hace falta más dinero (no creo), quizá sólo es necesario definir mejor las prioridades, lo que seguro que no nos va a ayudar mucho son más impuestos.