Día de la Hispanidad

El 12 de octubre es probablemente uno de los días más significativos de la historia de la humanidad, probablemente sólo comparable a otras fechas de marcado carácter simbólico como el 4 y el 14 de julio de americanos y franceses o, ya más cerca de nosotros, quizá el 6 de junio del Desembarco de Normandía. Pero ni tan siquiera estos días clave tienen la importancia del descubrimiento de América y, además, todo lo relacionado con la llegada al nuevo mundo y su colonización es, sin duda, la principal aportación de los españoles al devenir de nuestro mundo.

Algo más de 500 años después del descubrimiento de Colón se sigue celebrando, a pesar de algunos, el Día de la Hispanidad, y no se me ocurre otro día mejor en todo el año para que los españoles recordemos que no sólo somos un país en un extremo de Europa sino que tenemos cinco siglos de historia común con un continente con el que compartimos una lengua, una religión y una cultura, ahí es nada.

Sin embargo, hay quien no está de acuerdo y considera ésta una celebración franquista, una vez más comprobamos que no hay peor ciego que el que no quiere ver, con la única excepción, quizás, de aquel que trata de que los demás tampoco veamos. Por supuesto, me estoy refiriendo a la batahola de nacionalistas catalanes, vascos y gallegos que año tras año disfruta despreciando la fiesta de hoy, preocupados por luchar contra todo aquello que ellos identifican como franquista cuando en realidad lo que quiere decir es español.

Y es que unos politicastros de tres al cuarto que están empeñados en rescribir la historia no pueden soportar un día como hoy que demuestra que eso que ellos se empeñan en negar, España, no sólo no es un invento como sus nacioncitas sino que lleva 500 años dando la brasa, con proyectos comunes que llevaban ese nombre a todos los rincones del mundo conocido e incluso desconocido. Pero para ellos España no existe, por lo tanto la hispanidad no puede existir, es un invento franquista, Colón al llegar a las costas de la Española en su primer viaje le puso tan extraño nombre en un ataque de embriaguez y cuando se bajaba del barco tomaba posesión de los territorios en nombre del Estado Plurinacional Español.

Tratar de construir tu propia patria mediante la demolición sistemática de lo que muchos consideramos la nuestra no es sólo una muestra de bajeza moral, es el más significativo indicador de que ni la historia ni el derecho ni la realidad están detrás de sus planes visionarios, de que sólo te apoyas en el odio y no tienes nada más que ofrecer.

Que triste debe ser pasarse el día odiando a todo lo que huela a español, la verdad, les compadezco.