El ZPorro

Llegó por fin la ansiada entrevista con nuestro amado Presidente en el Marie Claire, justo cuando ya tenía desgastado el Vogue de las ministras de tanto leerlo en el váter parece que esta nueva entrega de sabiduría estilística y estilizada nos va a dar no pocos momentos de solaz, disfrute y esparcimiento intelectual.

He de decir que todavía no he leído la entrevista completa pues los temblores de nervios y placer me impiden desarrollar con normalidad mis funciones motoras, así que me tengo que conformar con los resúmenes que se están publicando por ahí de los que, no obstante, ya se pueden extraer algunas joyas que, como tantas otras frases de nuestro preclaro líder, pasarán a la historia de la ciencia política, el saber humano y hasta del conocimiento ancestral chamánico, caso de que eso exista.

En primer lugar me ha llamado la atención, como a la mayoría, la resumida y al mismo tiempo consistente forma que Zapatero ha tenido de definir su pensamiento, mientras otros en su lugar nos perderíamos en nimiedades como aclarar hasta que punto somos partidarios de la distribución de la riqueza, si bebemos de las fuentes de la tercera vía de Blair o de los manantiales de las más clásica socialdemocracia como Willy Brandt, si creemos en un estado federal o en una nación de naciones o en la casa de tócame Roque, él apostilla con sencillez: “Soy rojo”, como mi polo de Omar Sharif, vamos, al que tampoco ha enseñado nada la derecha, supongo que porque al igual que el Presidente no ha leído un libro decente en su vida.

No le basta con esto, se declara también “Feminista” (rojo y feminista: como si tuviéramos a la buena de Cristina Almeida de Presidenta del Gobierno) y de hecho afirma ser “El justiciero de las mujeres”, tal y como le dijo una mujer mejicana en la ONU, desconozco si en mitad de una “balasera” en la que se enfrentaba a bandadas de pillos y tunantes. No sé que justicia le ha hecho Zapatero a las mujeres ni las razones por las que no le viene bien ser igualmente de justiciero con la otra mitad de la humanidad que nacimos con colita, pero admiro el notable sentido de la realidad con el que ZP se observa así mismo.

Eso sí, esperemos que Sonsoles no le deje ir a ver la última peli de Banderas, no sea cosa que le pase como a Alonso Quijano y se ponga a corretear por Madrid defendiendo con su espada la justicia y la doncellez de las damiselas, sólo nos faltaba tener que asistir a la venganza del ZPorro.