A la gente le importa una mierda el cambio climático

Tras un importante despliegue mediático y el habitual apoyo bobo de casi todas las administraciones resulta que en el famoso "apagón contra el cambio climático" no ha apagado las luces ni el tato.

Sorprendentemente, una encuesta afirmaba no hace mucho que el 83 % de la población está dispuesta a "hacer sacrificios", pero visto lo visto (ni siquiera un apagoncito de 5 minutos) me da la sensación de que la pregunta que se hacía era algo así: "¿Está usted dispuesto a hacer sacrificios para evitar el cambio climático o es un jodido cabrón que va a hacer que se acabe el mundo y se mueran los niños?".

Moraleja: excepto cuando les ponen entre la espada y la pared o cuando se trata símplemente de decir que sí sin que nos cueste un duro o un ápice de nuestra comodidad, los ciudadanos responden ante los ecocatastrofismos con una notable indiferencia, y es que lo que no puede ser (y además es imposible) es convencer a la gente de que viva peor en virtud de un hipotético final del mundo vaya usted a saber dentro de cuantos años.

Y eso que, por lo general, cuando a los ciudadanos de a pie se nos ofrecen fórmulas razonables de hacer cosas razonables por el medio ambiente las hacemos: la mayoría de nosotros recicla el papel y el vídrio y hasta las viejas más recalcitrantes con los peinados más imposibles se echan laca que no afecta a la capa de ozono (por cierto, otro tema por el que todos íbamos a morir abrasados...).

Eso sí, tampoco debemos sorprendernos de que la mayor parte de la gente no crea en el cambio climático o crea según: los propios ecologistas no deben tenerlo tan claro cuando, pese a amenazarnos día sí y día también con el final del mundo, se niegan a aceptar la única solución viable y realista (con tan honrosas como desconocidas e ignoradas excepciones).