Ya les he hablado en alguna ocasión de la revista Letras Libres, quizá lo mejor que puede encontrarse hoy en día entre las toneladas de papel que llenan a rebosar los kioscos españoles. Hoy me ha llegado el correo con los contenidos de la última edición y hay uno de ellos que no puedo dejar de recomendarles: un debate entre Ayaan Hirsi Ali y Husain Haqqani en el que tratan de responder a una de las preguntas claves de este inicio del S XXI: ¿Es el Islam compatible con la democracia?
La mayoría de ustedes conocen ya a Ayaan Hirsi Ali, así que no voy a detenerme mucho en presentársela, solo les haré partícipes de mi notable admiración por esta valiente e inteligente mujer. Seguramente el nombre de Husain Haqqani no les es tan familiar, así que les copio la presentación de la propia revista: Husain Haqqani nació en Pakistán y es periodista, académico y diplomático. Ha sido profesor en la Universidad Johns Hopkins, consejero de tres primeros ministros pakistaníes y colaborador de The Wall Street Journal, The New York Times, Foreign Policy y el Financial Times. Actualmente se desempeña como director del Centro de Relaciones Internacionales de la Universidad de Boston.
Su intervención en el debate me ha parecido interesante y, aunque no comparto todos sus puntos de vista parece que es un buen ejemplo de esa especie política que por desgracia es tan poco habitual encontrar: los musulmanes moderados. En cualquier caso, aplazo mi opinión a leer algunos de sus textos que ustedes también pueden encontrar en su propia página web.
El debate resulta enriquecedor y ese tipo de enfrentamiento de ideas (también cada día menos común, como los musulmanes moderados) que les servirá para forjarse una opinión personal.
Para que vayan haciendo boca les copio un par de fragmentos, uno de las palabras de Ayaan:
La separación de la Iglesia y el Estado, de la divinidad, de aquello que es divino y aquello que es profano, ha sido resuelta en el catolicismo desde los tiempos de Thomas Hobbes. De modo que su audiencia puede dormir esta noche sin temor, mientras que si fuera musulmana y discrepara con el Profeta, por ejemplo, o con el Corán o la sunna, el ejemplo del Profeta, entonces tendrían que considerar seriamente la posibilidad de ser asesinados, amenazados, intimidados.Y también algunas de Haqqani:
Sí, hay gente extremista en el mundo musulmán. Y lamento que haya ese tipo de personas dispuestas a matar en el nombre del islam. Pero hay personas dispuestas a matar en el nombre de otras religiones. Hay personas dispuestas a matar en el nombre de otras creencias. En ninguna de las grandes tragedias del siglo XX estuvo involucrado el islam. El Holocausto, el nazismo, nada tuvieron que ver con el islam. Stalin, un ateo, mató a millones de personas en la Unión Soviética. ¿Tenía algo que ver con el islam? Mao Tse Tung mató a millones de personas.Admito que el párrafo me ha venido "al pelo" ;-). Pero lo importante es que no se pierdan todo el debate.
PD.: Y si se la compran en su "versión papel" todavía la disfrutarán más.
2 comentarios:
Cunado el adevrasrio de Hirshin Ali nos dice que el Islm no ha participado en los grandes genocidoos del siglo XX by que recordar que el Islam se ha encontrado durante buena parte del siglo XX en situacion de relativa impotancia politia netre la caidia del imperio otomano y hasta el final de la guerra fria.
Aun asi recordemos, el genocidio armenio, los dos millones de muertos peepetrados por el ejercito pakistani en Bangla Desh, los otros tantos contra los negros de Sudan, los trescientos mil en el Timor Oriental, los centenares de miles causados por los Talibanes en Afganistan bien diraectemente en matanzas, por hambruna deliberamente provocada (asi fué como redujeron el Hazarjat) o por los efectos negativos del fundfaêntalismo en la economia by la sanidad. Tambien podemos añadir la desaparicion por muerte de los mil cortes de los Hindues de Pakistan, en Argelia los centenraes de miles de indigenas aaseinados por el FLN durante la guerra de independencia y luego por el FIS y el GIA durante la guerra ciovil de los noventa, la ayuda a los nazis en el genocidio de Serbios durante la Segunda Guerra Mundial y, si se hubieran salido con la suya, el exterminio de los israelies.
Muchos de estsos crimlenes fueron perpaterados dirtecatmente en nombre del islam. Otros en paises islamicos por gobernates no neceraimente creyentes pero conta las razas o fés "inferiores".
En todos los casos el silencio de los muslmanes ha sido total y absoluto ellos que ponen en le grito en el cielo cuando se le toca un pelo de un piojo de un musulman.
El señor Haqqani se regodea hasta la náusea en afirmaciones perogrullescas, como por ejemplo que "no todos" los 1400 millones de musulmanes son fanáticos o que el islam "no tiene la culpa de todo". Esa no es la cuestión. La cuestión es la que expone Ayaan: la incompatibilidad evidente entre los principios básicos del islam y los principios de la democracia liberal.
Haqqani, Mernissi y el resto de los "reformistas" musulmanes nunca lograrán ningún avance democrático porque están obsesionados con la idea de *proteger* al islam, cuando en realidad el progreso democrático requiere *criticar* al islam. Son los ilustrados apóstatas del judaísmo y del cristianismo, como Spinoza y Voltaire, los que más han contribuido a civilizar a los cristianos y a los judíos; asimismo, serán los ilustrados apóstatas del islam, como Ayaan Hirsi Ali, los que más contribuyan a civilizar a los atrasados musulmanes.
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