18 marzo, 2008

Más disquisiciones electorales: ¿la derrota del nacionalismo?

Uno de los titulares más leídos y oídos de la pasada semana fue que el resultado del 9M suponía una gran derrota del nacionalismo en su conjunto. La verdad es que resulta una idea atractiva y muchos españoles encontraríamos algo de consuelo en ella. El único defecto es que no sea cierta.

La teoría recurre a tres datos para hacerse fuerte: la abrumadora presencia de los "partidos nacionales" en el Congreso, donde acaparan 324 de los 350 diputados (PSOE 169, PP 154 y UPyD 1); el desastroso resultado electoral de ERC, que ha perdido más de la mitad de los votos que obtuvo en 2004; y los muy mejorables datos alcanzados por el PNV, que pasa de 420.000 votos hace cuatro años a poco más de 300.000 ahora.

Parece claro, ¿no? Pues no, definitivamente no está tan claro.

En primer lugar, me parece excepcionalmente voluntarista agrupar a esos 324 escaños en un único grupo, y más si estamos hablando de nacionalismo o de relaciones con el nacionalismo. ¿Responderán todos esos diputados en el mismo sentido, por ejemplo, ante un nuevo estatuto autonómico para el País Vasco que incluya de una u otra forma la palabra nación? Hace unos días, Arcadi Espada explicaba muy bien lo absurdo de esta asociación en un artículo previo al voto por correo.

En segundo, se presenta la "fuga" de votantes nacionalistas como una mutación de ese electorado a supuestas posiciones más "españolistas", cuando creo que es más bien al contrario: cambian de partido porque una nueva opción les ofrece más garantías para defender su ideario del ataque de la "derecha extrema". Voto útil, en suma, pero voto útil nacionalista y, además, "arrancado" precisamente apelando al nacionalismo, aunque se le llame catalanismo o "diálogo".

Por último, uno de los grandes vencedores de estas elecciones no ha sido ni el PSOE ni el PP, sino el PSC, que a pesar de que Montilla sea andaluz y tenga nombre castellano (o quizá en parte por ello) "ha comprado" los mensajes del nacionalismo casi al 100 %, gobierna con un partido que reclama directamente la independencia, no tiene empacho en aplicar las políticas lingüísticas con mayor rigidez que la propia CiU y ha hecho del presunto "ataque a Catalun-ya" de los populares uno de los ejes centrales de su campaña.

Pues si esto es la derrota del nacionalismo no quiero pensar lo que será la victoria...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero es que en tu caso no quieres que descienda el nacionalismo, quieres que descienda cualquier partido que no defienda tu idea de España, cuando algunos igual tenemos otra, sin dejar de ser por ello menos españoles. Me temo que el único panorama idóneo sería para cuplir tus expectativas 350 escaños del PP

Juan Fernando dijo...

Esto tiene más que ver con el rancio tradicionalismo español:

“Semana Santa”: Pascua pagana

http://lacomunidad.elpais.com/periferia06/posts

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