Soporífera investidura

He de reconocerles antes que nada que la campaña electoral, la primera de unas generales que he tenido que "sufrir" trabajando en un periódico, me ha dejado más que cansado, verdaderamente exhausto. Así que es muy probable que mi impresión sobre la "reentré" parlamentaria de hoy esté decisivamente afectada por ese cansancio del que, como les digo, se ve no me he recuperado.

El caso es que sea por una cosa o por la otra el debate de hoy me está pareciendo absolutamente soporífero, especialmente los larguísimos discursos que Zapatero y Rajoy tenían preparados; no tanto las réplicas que, especialmente la de Rajoy, han sido bastante más jugosas (aunque éste no es el caso de la segunda réplica de Zapatero, que ha resultado absolutamente infumable). En cualquier caso, si hubiese un poco de lógica en este mundo las colas del INEM deberían llenarse de preparadores de discursos.

No obstante, creo que más allá de mi propio cansancio la cosa la podríamos definir más como mejorable que como memorable: el candidato a la Presidencia del Gobierno no ha hecho grandes propuestas que no fueran ya conocidas (si es que esas eran grandes) ni anuncios que puedan habernos sorprendido. Y el líder de la oposición (como por otra parte es lógico, bien ha dicho Rajoy que ya le gustaría a él estar presentando su programa...) ha hecho una crítica bastante ajustada pero que, evidentemente, tampoco puede levantar demasiado entusiasmo.

En cuanto al contenido de los discursos, venceré la infinita pereza que siento para decirles que parece que todos van a ser muy buenos o, al menos, un poco menos malos que en la legislatura anterior y que están dispuestísimos a entenderse en los "temas de estado", aunque el PSOE sigue apostando más por pactos en los que entren todos los partidos y que con tanta gente parecerán más una "merienda de diputados" que por un entendimiento serio con el PP.

El otro tema estrella ha sido la economía, en el que la cosa ha quedado en un "que si va todo fatal, que va todo muy regularmente bien" pero y, esto es lo verdaderamente importante, no se ha oído ninguna propuesta que verdaderamente pueda hacernos pensar en un cambio de la situación más allá de lo que los vaivenes internacionales tengan a bien ofrecernos.

Por cierto, lo mejor/peor del debate: el estreno de Soraya como portavoza, no les quiero decir nada más porque sin vídeo para que lo puedan disfrutar no sería justo y todavía no está en youtube, pero en cuanto salga les prometo post sobre el tema.