Aunque hayan pasado un par de días no puedo dejar de comentar algo que me parece uno de los acontecimientos político - periódisticos de lo que llevamos de septiembre, que no es poco. Estoy hablando de la entrevista y la portada que dedicaba a Mariano Rajoy el Magazine de El Mundo este fin de semana.
Ya desde la portada del suplemento dominical nos asalta un sonriente y atareado Rajoy, haciéndose un bocadillo en la más "campechánica" tradición de los borbones; y luego la entrevista toda es un ejercicio de simpatía y bonhomía que pareciera que más que a un líder político estemos entrevistando al hermano de barba gris de Santa Claus. Más que una entrevista es un perfil humano de esos tan humanos que te preguntas si lo ha escrito un periodista o un cuentista, de hecho, leyéndolo uno se acuerda de Dickens, de Samaniego, de La Fontaine, de los hermanos Grimm y de la azucarera española, de tan dulce como nos ha salido la cosa.
Como diría Jiménez Losantos, sólo falta el toque juanramoniano en plan "Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos".
Desde el punto de vista político hay dos declaraciones que probablemente pasarán a la posteridad (ejem), la primera cuando el prócer popular declara que su receta para llegar a la Moncloa es "ser un tipo decente y de provincias"; tremenda fustración porque yo soy de Madrid y veo que así no llegaré nunca ni a la Moncloa ni a nada. Por otra parte, aquí todos rompiédonos la cabeza con ideologías, marketing político, encuestas, sociología y cosas así de raras y la clave de la política es ser un tío sanote del pueblo. Pues anda, que cuando se entere Arriola de que se le acaba el chollo...
La segunda cosa que me ha llamado la atención es cuando habla sobre las probabilidades que tiene de ser presidente del Gobierno. Por supuesto, no puede sorprendernos que él crea que lo será, pero hasta el propio Rajoy admite, literalmente, que "no lo cree casi nadie". Coño, pues si nadie se lo cree no sé quién te va a votar, vamos que en una cosa así a mí me daría que pensar que nadie se lo creyese, pero igual es que en provincias ven las cosas de otra manera...
No obstante, lo más sorprendente de todo es que una entrevista así y con un tratamiento más amoroso que los osos aparezca ahora en El Mundo, después de lo crítico que ha sido el periódico de Pedro J. con el líder popular desde las elecciones de marzo (y crítico con razón, desde mi modesto punto de vista). Por si esto no fuera poco, la portada del diario de ese mismo día cantaba las loas a la unidad popular tras el congreso madrileño: "El PP recupera su unidad (...)" decía su principal titular.
¿Se habrá caído del caballo Pedro J. en el camino de Génova y habrá vuelto a ver la luz rajoyita? De ser así eso sí podría tener una incidencia nada desdeñable en los avatares de la política nacional en los próximos meses, aunque no sé si tanta como le gustaría a Rajoy... y a Pedro J.
23 septiembre, 2008
Rajoy, ese hombre de provincias
Posted by Unknown at 7:19 p. m. Menéame
Labels: periodismo, política, PP
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3 comentarios:
Un señor de Pontevedra. Y esa es su visión del mundo. Malo no es, bueno tampoco.
Si fuera candidato republicano en los EE.UU. le benficiaría ir de provinciano. Aquí no.
¡Cogeos fuerte a la brocha no os vayáis a caer!
Menos mal que Fedeguico pesa poco.
En fin, ¡todo por la nómina!
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