07 marzo, 2009

Patxi López o la cuadratura de la txapela

Me sigue pareciendo que Patxi López está intentando la cuadratura de la txapela, un experimento que no es precisamente con gaseosa, una tortilla para la que no sólo hay que romper los huevos del PNV sino que hay que hacer algo más positivo: por ejemplo utilizar esos huevos rotos para hacer una cosa que tenga forma, textura y sabor de tortilla, es decir, batirlos, ponerles una pizca de sal, darle vuelta y vuelta en la sartén...

En resumen, que no se puede ser lehendakari sólo por su cara bonita (que tampoco es un Adonis) ni porque tengas 25 escaños, sobre todo si cabreas al que tiene 30. Y es que ese gobierno en solitario que plantea el PSOE me parece poco viable y casi imposible de mantener si nos atenemos a las aritméticas parlamentarias. Veamos por qué:

De llegar a Ajuria Enea Patxi López tendría enfrente a un PNV en un estado de "cabreo institucional" que ríanse ustedes del jabalí herido: con tal de minar al nuevo gobierno votarían en contra hasta de la canonización de Sabino Arana. Así las cosas, para aprobar cualquier ley necesitarían el apoyo del PP, ya que con los seis votos de EA, EB y Aralar sólo llegarían a 31 pírricos escaños, y veo muy improbable que PP o UPyD se abstengan o apoyen algo que cuente con el beneplácito de EA y Aralar.

Así las cosas, hay dos grandes posibilidades: por un lado, que el PP Vasco resulte ser el colmo de la torpeza (pero el colmo el colmo) y por miedo a la opinión pública y a los manejos del PSOE le brinda el poder a Patxi y lo mantenga en él a cambio de nada; y por el otro algo que es bastante más razonable: un pacto de legislatura o de gobierno entre PSE y PP que no deje un lehendakari extremadamente débil y a la cámara vasca en una situación real de parálisis que no sería buena para nadie y aún menos para un lehendakari y un partido recién llegados.

¿Y cómo debe ser ese pacto? Personalmente creo que debería implicar la entrada de los dos partidos en el gobierno, que me parece el procedimiento más democrático y justo de todos ya que ambos partidos asumirían y compartirían los costes y beneficios de ese acuerdo y de su escenificación pública, así como de la posterior gestión.

No obstante, soy consciente de que en este país hay muy poco respeto por las formas democráticas, así que no me extrañaría que el acuerdo se basase en uno de esos "pactos de legislatura" opacos en los que no se sabe muy bien qué se está acordando y que nacería lastrado de cara a buena parte de la opinión pública del País Vasco (quizá no tanto en el resto de España) por el hecho de ser sólo "para echar" al PNV.

Habría, por supuesto, una posibilidad intermedia: un pacto de legislatura sin entrada en el gobierno pero basado en un programa común que recogiese unos puntos básicos de la acción del gobierno y que se hiciese público íntegamente.

En la práctica no me atrevo a aventurar qué es lo que puede ocurrir (ya me equivoqué pensando que no llegaría esta mayoría constitucionalista sin tener en cuenta la obedencia del voto etarra), es obvio que a Patxi López no le hace ninguna gracia tener que acercarse al PP y tener que escenificar ese acercamiento, pero la información que me llega es que los populares vascos tienen bastante claro que no pueden regalar sus trece escaños a cambio de nada, así que de alguna forma el PSE tendrá que pasar por el aro (que tampoco será un aro tan terrible).

Y queda, por supuesto, la posibilidad de que Zapatero no pueda asumir las consecuencias que ese cambio radical de socios podría tener en el resto de España y obligue a Patxi López a dejar
el gobierno a Ibarretxe, bien con un pacto que después de las escenificaciones de esta semana no parece muy probable, bien dejando al PNV apoyarse sólo en EA, IU y Ararlar y abriendo una época que tampoco sería muy estable (es más fácil entenderse para decir que no y el PSOE y el PP podrían bloquear en el Parlamento de Vitoria cualquier iniciativa del PNV).

En cualquier caso, difícil lo tiene Patxi López para contentar a todos y, sobre todo, para contentarse a sí mismo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No se apure ni le dé demasiadas vueltas.

El pacto de Pachiló será con el peneuve.

A ver quién será liendrecari no llego; pero de lo que le digo no dude.

Ya lo verá.

Anónimo dijo...

Algunos se alegrarán que los maoístas de la heklosión se pacte con el que se hizo la foto con Otegui.

Del Maoísmo al Zapaterismo pasando por el corpiñismo ... y tiro porque España me da lo mismo.

Cosas veredes!

Anónimo dijo...

Quería decir, ahora no tan en caliente:

Algunos de los postmaoístas de la heklosión se alegrarán de pactar con el emisario Pachiló de su verdadero jefe, Zetapé.

Los que vienen del Maoísmo rebotaron en el progresismo corpiñista exuperante y han aterrizado en el Zapaterismo.

La exconsejera de turismo del PNV y ahora azafata de viaje del postmaoísmo copero y sus llamativos teñidos les agradece el sueldo... a los votantes de derechas, también conocidos como los nuevos tontos útiles del siglo XXI.