Amedeo, eres un crack

Saliéndonos de las obligaciones que últimamente nos marca la actualidad, no quiero dejar pasar la oportunidad de hablar de un deportista que es un auténtico ejemplo a seguir, pues no todo en el deporte van a ser malas noticias.

Hoy 6 de Abril, Amedeo Carboni, lateral izquierdo de mi Valencia, cumple 39 juveniles años. Obviamente, esto no sería destacable si no estuviésemos hablando de un futbolista de élite, pero lo que me parece más relevante es que, a esa edad, Carboni no sólo se mantiene en uno de los equipos más importantes de España, y por tanto de Europa, sino que además se encuentra en un estado de forma absolutamente sorprendente, y es titular en inmensa mayoría de las ocasiones.

El pasado domingo, sin ir más lejos, el Valencia jugaba un partido a priori cómodo: en casa y contra el colista. El enfrentamiento se complicó y, aunque el resultado final fue favorable, resultó difícil y costoso. En esta situación Carboni volvió a destacar como el gran jugador que es, probablemente uno de los mejores de la liga española en su puesto: jugó un partido soberbio y en el minuto ochenta mantenía una frescura y una rapidez increíbles. Cuando fue sustituido a pocos minutos del final el estadio entero recompensó su esfuerzo con una fuerte y larga ovación, todos puestos en pie. No es extraño que se le haya renovado el contrato por dos años a pesar de ser un "anciano" para el estándar del fútbol actual: se lo merece.

Carboni es un deportista profesional que se ha cuidado excepcionalmente bien (lo que le permite esa insólita longevidad en la élite), que se entrega en cada partido, que siempre está al máximo de sus posibilidades y cuya influencia positiva la nota su equipo al completo, porque es un ganador nato que transmite esa ansia de triunfo a sus compañeros.

En definitiva, un crack, más modesto que los llamados galácticos, menos “fashion victim” que Beckham, no tan genial como Zidane ni tan desequilibrante como Ronaldo, pero todo un ejemplo de cómo la profesionalidad y el esfuerzo nos permiten alcanzar éxitos realmente importantes. Si un hijo mío acabase siendo futbolista, en suma, me gustaría que fuese un profesional ejemplar como Carboni.