El nombre de la selección

Pascual Maragall, ese prohombre de la política, luz y signo del nacionalismosocialismocomunismo del S XXI, espejo en el que los gobiernos de izquierdas de todo el mundo se miran para arreglarse el tupé de la progresía, resalta que, puesto que va a haber selecciones deportivas catalanas (¿!) la selección “del resto de España” (¡mira que no decir del resto del Estado Español!) debe buscarse otro nombre, ya que sería ridículo un partido España – Cataluña.

Ha dado en el clavo el tío, ¡qué clarividencia, capacidad de análisis y profundidad! Habrá, pues, que ponerse a la tarea de buscarlo.

El primero que se me ha ocurrido es No España, quedaría muy bonito, por ejemplo, un marcador Brasil, 1; No España, 1. Sin embargo, tiene un defecto y es que incluye la palabra España, que hay gente que percibe como un poco insultante y aquí estamos para respetar todas las opiniones.

Con una “interpretación flexible” de la historia quizá podríamos llamarla selección de Al-Andalus, pero eso nos crearía un problema si la selección de Andalucía hace lo mismo que la catalana, además de que no sé cómo se lo tomaría Osama...

Con el término Castilla (muy querido a los nacionalistas de los Països Catalans, que así retroceden de golpe 600 años en la historia como quien no quiere la cosa) corremos el riesgo de que galegos y astures se nos mosqueen no sin cierta razón.

Así, descartando lo malo y buscando una solución de consenso que permita unir a todas las sensibilidades de una sociedad plural (bonita frase, ¿eh?) yo propongo la denominación Resto De. Como podrán ustedes comprobar, ni se mueve ni traspasa y casi ni se nota, nadie podrá sentirse ofendido y, además, un marcador Brasil, 0; Resto De, 2, por ejemplo, queda de lo más apañao.

Ya me imagino los gritos de la hinchada: ¡Resto Deeee, Resto Deeee, Resto Deee! ¡Qué entrañable! ¡Qué dialogante! ¡Qué plural! ¡Qué tolerante! ¡Cómo se notaría nuestro nuevo talante!

Y Manolo el del Bombo que se vaya comprando una zambomba.