13 mayo, 2004

Vuelve el cuñado de Espe

El “célebre” autor teatral Íñigo Ramírez de Haro, conocido por el vulgo como “el cuñado de Espe”, contraataca con su obrita bajo el brazo y parece ser que se volverá a estrenarla en una sala privada de Madrid, de cuyo nombre no quiero acordarme por que si quieren publicidad que se la paguen.

Recordemos que la susodicha obra era aquella cuyo título podríamos calificar (desde el ateísmo practicante, ojo) de muy poco respetuoso, porque al fin y al cabo uno no puede ir por ahí defecándose en aquello que es importante para la vida de la gente, y sin duda alguna la religión es fundamental para muchos españoles. Esto no quita que Dios probablemente tiene otras cosas más importantes en las que centrar su omnipotente atención, pero ¿qué necesidad hay de empezar ofendiendo?

Por poner un ejemplo banal, es como si yo publicase un libro que se titulase “Me cago en el Real Madrid”. Desde luego, es probable que para hacerlo me asistiese mi derecho a la libertad de expresión, pero estaría quedando como un gilipollas y, seguramente, los seguidores de esa venerable y derrotada institución balompédica se sentirían ofendidos.

Si por el contrario destino mis heces teatrales o literarias a algo mucho más serio (y más o menos relacionado con la “derecha sociológica”) ya no estaré quedando como un gilipollas, sino que inmediatamente alcanzaré el grado de gurú de la libertad de expresión, de lo que podemos colegir que lo importante es saber a quien cabrear.

El nuevo título del sainete es “Me cago en censura”, con lo que el tipo pretende denunciar, en sus propias palabras, “la realidad de la ciudad”. Mi opinión es que puesto que el rollete blasfemo ha dado ya su rendimiento económico ahora hay que explotar la faceta soy-un-martir-de-la-libertad-porque-la-derechona-me-ataca.

En definitiva, el escándalo como cubrevergüenzas de la propia mediocridad, un truco más antiguo que el sol, pero que todavía sigue funcionando.

Como mis finanzas andan un tanto perjudicadas voy a empezar a escribir “Me cago en Carlos Marx y en todos sus hijos ideológicos” a ver que tal se me da. ¿Me ven ustedes futuro?

No hay comentarios: