Estoy viendo en este mismo instante un reportaje sobre las empresas que han lanzado lo que podríamos denominar “colas islámicas” (estamos hablando de refrescos, ojo). Los apasionados ejecutivos de compañías como Qibla Cola o Mecca Cola hablan entusiasmados de sus productos y esperan aprovechar la ola de boicot a los americanos que arrasa, según este documental, por todo el mundo islámico. Sin embargo, dos minutos después el mismo locutor nos dice que la agencia local de la Coca Cola original supone un 2 % del total de impuestos que recauda, por ejemplo, el gobierno de Pakistán. Curiosa forma de boicot triunfante.
Los productos de esta “competencia islámica” quieren aprovechar el odio religioso (un “señor” acaba de decir, literalmente: “apoyando estos productos nos vengamos de occidente”) para jugar el juego del capitalismo, pero precisamente en contra del país que es el líder y defensor de este sistema en todo el mundo. Por supuesto, en esta lucha aunque la ayuda de Alá debería ser suficiente se utilizan otras tácticas, y los logos de las colas muslimes son copias descaradas del famoso anagrama de la empresa de Atlanta.
Uno de los ejecutivos de Qibla Cola, perfectamente vestido a la manera occidental asegura: “también Pepsi vende el sueño americano, pero nosotros vendemos nuestro propio sueño: el sueño islámico”.
¿No será pesadilla?
08 julio, 2004
El "sueño islámico" también se bebe
Posted by Unknown at 6:17 p. m. Menéame
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2 comentarios:
me gustaria ver ese reportaje sino te importaria decirme donde lo has visto llevo mucho tiempo buscandolo y no consigo dar con el.
Hola,
Siento decirte que no tengo ni idea de donde lo puedes encontrar, lo vi en televisión y, de hecho, ni recuerdo su título.
Un saludo,
Carmelo
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