Ya no queremos saber la verdad

Antes del día 14 de marzo era preciso saberlo todo y saberlo ya, ahora lo que está de moda es no entorpecer la labor de la policía (¿qué labor?) En palabras del propio Ministro de Interior:

“Interior va a informar de todo lo que se puede informar, no de datos que puedan comprometer la labor de la Policía o del juez. Cuando dejan de existir esas trabas, Interior informa. Me encantaría darles buenas noticias como la que acabo de aportarles, que se abre una nueva línea de investigación, pero si las doy en tiempo real se puede estropear la labor de la Policía”.

El Partido Popular cometió dos graves errores tras los atentados del 11 M: acusar inequívocamente a ETA e ir radiando la investigación paso a paso. Lo primero era comprensible dados los antecedentes (y más ahora que sabemos de las entrañables palabras de José Ternera) pero se convirtió en un terrible boomerang. Lo segundo fue provocado por la propia acusación a los etarras y por una oposición dispuesta a todo (Rubalcaba) o simplemente idiota (Llamazares).

De aquellos polvos estamos ahora todos enlodados, pero casualmente ahora nadie tiene prisa por saber, ni siquiera quien podría intentar desgastar al gobierno desde la propia izquierda, recuperar parte del terreno perdido y alejarse del precipicio (sí, sí, Gaspar, me refiero a ti que no te enteras ni de los “teletabis”).

Pero lo más curioso es eso, como hemos pasado de querer saber YA a no poder informar en tiempo real. No se si me creerán, pero estoy empezando a pensar que algunos de los que montaron las movidas del 13 M no eran del todo sinceros. Claro que por ahora es sólo una sombra de sospecha.