Déjà vu: por aquí ya hemos pasado

Ayer tuve una curiosa mezcla de sensaciones al ver los datos de paro del pasado mes de agosto. Como me imagino que todos ustedes sabrán, la cifra de paro subió en algo más de 12.000 personas, el peor dato en 20 años y en un mes en el que tradicionalmente se crea empleo (en sólo 6 de esos últimos años subió el paro). Así que al leerlo experimenté lo que los franceses denominan déjà vu, esa curiosa impresión de haber estado antes en un sitio que se supone que no conocemos o de haber vivido ya una situación que nos está ocurriendo en ese momento.

Desde luego, aunque pueda ser preocupante el dato no es como para rasgarse las vestiduras y arrojar ceniza sobre nuestras cabezas, pero si que debe hacernos reflexionar. Por otra parte, y siendo un poco malvado, la subida del paro tiene algo de justicia poética (que lamentablemente afecta a las vidas de personas y es por lo tanto indeseable, claro).

Y es que justo después de que llegue al poder el PSOE, el partido que alcanzó la cifra gloriosa de más de tres millones de parados, vemos como ese viejo conocido, el desempleo, asoma la patita por debajo de la crisis del turismo.

Es un poco pronto para sacar conclusiones fáciles, pero que tampoco se nos escape que estos meses de ahora sí, ahora no, soluciones, habitaciones, protocolos, paridades, posados y despendole generalizado de ministros y ministras transmiten una imagen bastante deficiente del gobierno que disminuye la confianza de los poderes económicos en el país.

En fin, socialismo y paro, esto ya lo hemos vivido antes.