No se preocupe, ellos le dirán lo que debe ser

Ayer el Plan Ibarretxe superó su primer trámite en el Parlamento Vasco gracias a la abstención del grupo parlamentario ilegal del brazo político de ETA, es decir y según han acreditado los jueces, de la propia ETA.

Obvia y afortunadamente no es una decisión definitiva, pero es un paso más en una carrera hacia la nada en la que ya hemos tenido otros grandes avances como las cosas que se van saliendo sobre el nuevo Estatuto de Cataluña o el plan de independentismo “semi” que ha aprobado por abrumadora mayoría el PSE.

Lo bueno que tuvo el día de ayer, pródigo en malas noticias, fue constatar una vez más la naturaleza totalitaria del proyecto del PNV y del propio partido fundado por Sabino Arana.

Pregunta ahora el lector: ¿Qué otra cosa se podría esperar de un partido Fundado por Sabino Arana?

Y respondo yo: pues tiene usted toda la razón, pero como aquí parece que los únicos fascistas somos los liberales y los del PP conviene decir cuantas más veces mejor que el PNV no es ni ha sido nunca un partido democrático ni, por supuesto, demócrata.

Todo esto viene a colación de las palabras que ayer pronunció Joseba Eguibar alrededor del susodicho plan Ibarretxe, reproduzco literalmente para que no se nos acuse de manipular: "todos los vascos tienen que sentirse a gusto [con el Plan Ibarretxe], si es que son vascos”. Despejar la incógnita es fácil: aquel que no se encuentre a gusto es que no es vasco.

Lo peor de todo lo que está pasando no es la descomposición y desmembración de España, algo ya de por sí bastante lamentable, sino su sustitución por una serie de estados más o menos raciales en los que los derechos de ciudadanía se obtienen si eres un “buen” vasco, catalán, o loquesea. Y por si esto no fuese lo suficientemente totalitario los que deciden quien es bueno y quien no son los que mandan y su cohorte de medios de comunicación, “insteletuales” y “art-tistas” que, mira tú por donde, todos viven de la ubre pública.

¿Progresar para empeorar?